El Gobierno intenta proteger al rey Felipe VI de los negocios de su padre

Afirma que la Corona está por encima de las conductas de las personas que la representaron

08 julio 2020 06:40 | Actualizado a 08 julio 2020 09:00
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El Gobierno observa con preocupación la sucesión de informaciones sobre los negocios y las actividades financieras del rey emérito por el impacto negativo que tienen sobre la Corona. La Moncloa ha diseñado una estrategia de cortafuegos para que Felipe VI no se vea salpicado por las «noticias» de las presuntas prácticas corruptas de su padre. Una operación sustentada en dos ejes. Por un lado, diferenciar la conducta de Juan Carlos I de la de su hijo y, por otro, poner de relieve que las instituciones están por encima de las personas que fueron sus representantes en el pasado.

Ante el llamativo silencio de la Casa del Rey, el Gobierno se ha erigido en el baluarte de Felipe VI porque aprecia riesgos ciertos de un deterioro imagen de la Monarquía. La portavoz gubernamental y el titular de Justicia llevaron ayer la voz cantante tras la reunión del Consejo de Ministros para preservar a Felipe VI de cualquier sombra de sospecha o de connivencia con las actividades de su padre.

María Jesús Montero subrayó que las «noticias» que llegan desde Suiza, donde la Fiscalía tiene abierta una investigación sobre los movimientos financieros del rey emérito, «para nada impactan» en el prestigio de la Monarquía. Una declaración que más parece la muestra de un deseo que una realidad porque desde hace cinco años no se cuenta con un estudio oficial sobre la percepción que se tiene de la Corona entre los ciudadanos.

La última vez que el CIS preguntó sobre la Monarquía fue en 2015, cuando todavía Iñaki Urdangarin no había sido condenado por delito fiscal ni la infanta Cristina se había sentado en el banquillo de los acusados y tampoco habían trascendido los presuntos negocios irregulares de Juan Carlos de Borbón. Pero incluso en ese barómetro la confianza en la institución, en una escala de 1 a 10, fue de 4,3, la más baja de la historia reciente.

Montero recordó que el pasado 15 de marzo Felipe VI retiró la asignación de casi 200.000 euros al año que recibía su padre desde que abdicó el 19 de junio de 2014, y renunció a la herencia que podría corresponderle. Unas decisiones anunciadas tras saltar a los medios de comunicación las cuentas en Suiza, la existencia de una sociedad panameña en la que Felipe VI figuraba como segundo beneficiario de la fortuna de su progenitor y el presunto cobro de comisiones por el contrato de construcción del AVE a la Meca.

Responsabilidad «individual»

La portavoz recordó además que ante la justicia «cada uno responde de manera individual» y no en nombre de la institución que representa o ha representado. En la misma línea, el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, apuntó que las instituciones nacidas de la Constitución de 1978 «están por encima de las personas que en un momento pueden encarnarlas».

Por otra parte, tras las informaciones publicadas en la prensa catalana de que Felipe VI y la Reina Letizia tienen previsto visitar Figueres (Girona) y Barcelona el próximo 17 de julio, el diputado de ERC por Giron en el Congreso Joan Margall tiuteó ayer que «el Borbón no es bienvenido en Catalunya. Y menos a l’Empordà».

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