El Gobierno niega una crisis y afirma que la visita del rey y Sánchez es «normal»

Ni el Govern de la Generalitat, ni el Parlament, ni la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, asistiran a los actos, en protesta por la presencia del jefe del Estado en la capital catalana

07 octubre 2020 05:50 | Actualizado a 07 octubre 2020 09:24
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El Gobierno enmarca en «la absoluta normalidad» la visita conjunta de Felipe VI y Pedro Sánchez a Barcelona pasado mañana viernes. Ni crisis ni tensiones. Según la ministra portavoz, hay «normalidad y naturalidad». Lo que van a encontrar el rey y el presidente es la absoluta soledad institucional, porque ningún miembro del Govern ni del Parlament, ni la alcaldesa de la capital les van a acompañar.

La Moncloa pide que no se busquen cinco pies al gato en las relaciones entre el Ejecutivo y la Casa Real. Ambas instituciones, afirmó María Jesús Montero, «están trabajando codo con codo por el bien y el interés general». Cada uno, prosiguió, «cumple con su tarea constitucional».

La presencia conjunta del rey y el jefe del Ejecutivo en actos públicos, al margen de las ceremonias protocolarias, es muy poco habitual. En el ámbito internacional coinciden en las cumbres iberoamericanas, pero en el doméstico se pueden contar con los dedos de la mano. De ahí que su participación al alimón en la entrega de premios de la Barcelona New Economy Week y en la visita a las instalaciones de 3D Factory Incubator después del veto de hace dos semanas sea relevante.

Son actos que «ya estaban previstos en la agenda» del jefe del Estado y el presidente, afirmó la ministra portavoz.

El independentismo, mientras tanto, ha decidido desairar la visita por la presencia del rey, y ningún representante del Govern acudirá a los actos previstos. El vicepresidente con funciones de president de la Generalitat, Pere Aragonès, ya anunció el lunes su ausencia por razones de agenda, y el Palau de la Generalitat amplió ayer el abanico de inasistencias a todo el Govern. El presidente del Parlament, Roger Torrent, también de ERC, y la alcaldesa de Barcelona y líder de En Comú Podem, Ada Colau, también han declinado la invitación.

El cambio de Quim Torra a Pere Aragonès al frente de la Generalitat no ha supuesto ninguna modificación para el boicot independentista a todos los actos en Catalunya con representantes de la Casa del Rey. Una campaña en protesta por el discurso de Felipe VI el 3 de octubre de 2017 tras el referéndum celebrado dos días antes.

La consellera de Presidència, Meritxell Budó, lo recordó ayer: «Solo esperamos del rey que se disculpe por el discurso incendiario y partidista del 3-O». El presidente del Parlament, a diferencia de Aragonès, no se refugió en su agenda para no acompañar a Felipe VI, y a Sánchez. «Hoy en Catalunya, la monarquía no es bienvenida», afirmó.

El independentismo hace tiempo que puso al jefe del Estado en el centro de su diana como parte de una campaña de desprestigio de los poderes del Estado español. Más aún en este momento, en pleno periodo preelectoral.

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