El Govern sube impuestos para recaudar 543 millones al año

La Generalitat, en el marco de las negociaciones para los presupuestos de 2020, también pacta con los ‘comuns’ rebajar la carga fiscal a los que cobran menos de 12.450 euros

17 diciembre 2019 09:00 | Actualizado a 18 diciembre 2019 13:53
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El Govern y los comuns han acordado una reforma fiscal que se incluirá en el Proyecto de Presupuestos de la Generalitat de 2020. Lo anunció ayer el vicepresidente del Govern y conseller de Economía y Hacienda, Pere Aragonès: «Hemos impulsado una reforma fiscal para elevar los ingresos de la Generalitat, conseguir una fiscalidad más justa, impulsar un crecimiento sólido y luchar contra la emergencia climática».

Entre las medidas del acuerdo figuran una rebaja de la presión fiscal del IRPF a las rentas más bajas, se reducen los beneficios fiscales aplicables en el impuesto de Sucesiones, se actúa en el impuesto sobre transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados, se modifican los impuestos sobre pisos vacíos y sobre bebidas azucaradas envasadas y se incrementa la tarifa del impuesto sobre las estancias en establecimientos turísticos. Además, se apuesta por la fiscalidad verde con un nuevo impuesto que gravará el impacto medioambiental de las instalaciones eléctricas, y se incorpora por primera vez el impuesto sobre las emisiones de dióxido de carbono de los vehículos de tracción mecánica.

IRPF

El Govern subirá el IRPF hasta dos puntos porcentuales más a las rentas superiores a 90.000 euros y rebaja la carga fiscal a quienes tengan una base liquidable de hasta 12.450 euros. En el caso de la rebaja para rentas bajas, no se tocan los tipos marginales, sino que se reducirá la carga fiscal a unas 205.000 personas cuando hagan la declaración de la renta. Es decir, el mínimo personal para los contribuyentes con esta base liquidable sube de 5.550 a 6.105 euros, de forma que la Generalitat dejará de ingresar 12,4 millones con esta rebaja. Para un contribuyente soltero, sin hijos, que ingresa 16.000 euros brutos al año, la cuota íntegra pasará de los 1.005 a los 938 euros.

La tasa que pagan los turistas por pernoctar en los hoteles también se incrementará

En cambio, se aumentará la presión fiscal a las rentas más altas. El cuarto tramo autonómico del IRPF, el que iba de los 53.000 euros a los 120.000, se partirá en dos, de forma que quienes ganen hasta 90.000 euros seguirán pagando un 21,5%, pero a partir de ese umbral y hasta los 120.000 euros, tributarán dos puntos porcentuales más, al 23,5%. En cuanto a las rentas desde los 120.000 a los 175.000 euros, su carga fiscal aumentará un punto, para pasar de los 23,5 al 24,5%, mientras que el tipo marginal máximo, el del 25,5% que pagan quienes ingresan más de 175.000 euros al año, se mantendrá.

Sucesiones

No obstante, la reforma de más calado se producirá en el Impuesto de Sucesiones, para ingresar 189,8 millones al año. En concreto, se aumentará la carga fiscal para los contribuyentes que reciban una herencia que ya tengan un elevado patrimonio y que sean descendientes, cónyuge o ascendientes del fallecido. De esta fórmula, los hijos que reciban en Catalunya una herencia de 250.000 euros, donde 75.000 euros correspondan a vivienda habitual y 175.000 de otros activos, tendrán que pagar 2.932 euros.

En cuanto al Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, las familias monoparentales que ingresen hasta 30.000 euros al año pagarán un tipo del 5%, en lugar del 10% actual.

Sube la tasa turística

Respecto al impuesto sobre estancias en establecimientos turísticos, se elevan las tarifas y se incluye un recargo específico del impuesto en Barcelona. Si en la actualidad, la tasa se sitúa entre los 0,65 y los 2,25 euros, con la reforma los turistas que se alojen en un hotel, un piso turístico, un crucero u otro tipo de equipamiento pagarán entre 1 y 3,5 euros por persona y noche. El importe depende de la categoría y tipo de establecimiento. Con esta medida la Generalitat recaudará 20,9 millones de euros más.

En cuanto al impuesto sobre pisos vacíos, se prevé ganar 3,5 millones de euros anuales con la reducción de la bonificación que se aplica a los tenedores de viviendas vacías que destinan una parte de su stock a alquiler asequible.

Respecto al impuesto sobre bebidas azucaradas envasadas, se cambiarán los tipos impositivos, pasando de 0,08 euros el litro a 0,10 para bebidas con un contenido de azúcar de entre 5 y 8 gramos por mililitro, y de 0.12 a 0,15 euros el litro para bebidas cuyo contenido de azúcar sea superior a 8 gramos por mililitro, una medida con la que se prevén ganar 6,4 millones de euros anuales.

En el capítulo de fiscalidad verde, se crea una tasa sobre instalaciones que inciden en el medio ambiente por producción, almacenaje o transformación de energía eléctrica y transporte de energía eléctrica, telefonía y telemática. También se implementan el impuesto sobre las actividades económicas que generen dióxido de carbono y el impuesto sobre las emisiones portuarias de grandes barcos. Para 2020, está previsto, además, recaudar por primera vez el impuesto sobre emisiones de CO2 de los vehículos.

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