El contacto con la naturaleza mejora la salud mental

El 73% de la población de Europa vive en áreas urbanas, con acceso limitado a espacios naturales

24 mayo 2019 05:59 | Actualizado a 24 mayo 2019 12:56
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Las personas adultas que durante su infancia tuvieron más contacto con espacios naturales podrían tener una mejor salud mental que aquellas que estuvieron menos expuestas a la naturaleza, según un estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal).
El estudio, que se ha publicado en la revista International Journal of Environment Research and Public Health, ha sido elaborado a partir de datos de cerca de 3.600 personas que viven en Barcelona (España), Doetinchem (Holanda), Kaunas (Lituania) y Stoke-on-Trent (Reino Unido).

Los investigadores del ISGlobal, centro impulsado por La Caixa, han querido comprobar el impacto de los espacios verdes y azules en el bienestar mental y la vitalidad física de la población. Hasta ahora, la exposición a espacios naturales al aire libre se ha asociado con beneficios para la salud, como un mejor desarrollo cognitivo y un mejor bienestar mental y físico, pero pocos habían explorado el impacto durante la infancia en la salud mental y la vitalidad en la edad adulta.

Este nuevo trabajo, que forma parte del proyecto PHENOTYPE, se basa en las respuestas de los participantes a un cuestionario sobre la frecuencia de uso de espacios naturales durante su infancia, incluyendo tanto las visitas intencionadas -por ejemplo, salidas a la montaña- como jugar en el jardín de casa. También se les preguntó sobre la cantidad, uso y satisfacción de espacios naturales alrededor de su vivienda, así como la importancia que le dan en la actualidad. 

La salud mental de los participantes -nivel de nerviosismo y sentimientos de depresión en las últimas cuatro semanas- y la vitalidad se evaluó a partir de un test psicológico. El índice de vegetación alrededor de la vivienda en la vida adulta se estimó a partir de imágenes de satélite. 

Myriam Preuss, primera autora de la investigación, ha explicado que, «en general, los participantes con menos niveles de exposición a entornos naturales durante su infancia valoraron menos los espacios naturales que aquellos con más niveles de exposición». Actualmente, el 73% de la población en Europa vive en áreas urbanas -a menudo con acceso limitado a espacios naturales- y se prevé que este número aumente a más del 80% en 2050.

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