El vino se cata pisando la tierra

Walk & Wine es la propuesta de Mas Vicenç para aunar enología, salud, gastronomía y territorio emprendedores

19 mayo 2017 17:10 | Actualizado a 21 mayo 2017 15:54
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El Mas Vicenç, en Cabra del Camp, es una bodega abierta. El 40% de sus ventas proceden de las botellas que les compra la gente que viene a visitarles. Es un porcentaje altísimo. «Abrir las puertas a las visitas fue algo que quisimos implantar desde el inicio», explica Xavier Ferré (Cabra del Camp, 27 años), responsable de ventas y marketing de esta empresa familiar fundada en 2005 junto a su hermano Vicenç (33 años) y sus padres Francesc Ferré (62 años) y Maria Morató (57).

«Somos gente próxima –cuenta Xavier– y nos gusta enseñar el mas». Ahí está la clave de su éxito. En Mas Vicenç no se limitan al clásico recorrido por las barricas con cata final, sino que cogen a los visitantes y se los llevan a patear la finca. Allí trabaja esta familia, pero también vive. Es su casa, y los visitantes son sus invitados.

«Vamos con ellos a pisar la tierra –prosigue Xavier– y se la explicamos. Tocamos las hojas de las vides. En época de vendimia, les obligamos a probar la uva. Detrás de los viñedos hay un estilo de vida, y podérselo contar a la gente es muy enriquecedor».

De estas experiencias nació, en octubre de 2014, el proyecto de Walk & Wine, la visita estrella a esta finca, que aúna en un mismo paquete un paseo entre viñedos con marcha nórdica (modalidad que utiliza bastones), una cata de vinos y un maridaje gastronómico con productos de proximidad.

«Walk & Wine es un producto que nos hemos tomado como un vino más –explica Xavier–, con el mismo rigor en su preparación y ejecución». Es, además, «una herramienta esencial para darnos a conocer y transmitir una imagen de bodega dinámica». Pero también una forma distinta de trabajar. Porque Walk & Wine tiene en las tierras de Mas Vicenç su marco, pero es una propuesta colaborativa que busca trascender los límites de su empresa, tejiendo red y creando discurso y contenidos locales.

Walk & Wine –que ahora se celebra cada dos meses y que lleva ya más de 40 ediciones– es el resultado de la colaboración entre Mas Vicenç, la empresa Nordic Walking Series –con sede en Calafell, que aporta el material y un monitor que cuenta los rudimentos y beneficios de la marcha nórdica– y un restaurante local que elabora los platos que se degustarán junto a la cata.

Con un aforo máximo de 40 personas, la experiencia de Walk & Wine tiene en las parejas y las familias con niños sus principales perfiles. De hecho, la orientación a un público familiar es uno de sus signos de identidad. «Nos gusta hacer participar a los niños de la experiencia –cuenta Xavier– y por eso ellos también tienen su cata, en este caso de mosto negro y blanco, y en ocasiones algún plato más adaptado a su paladar».

Con un precio de 22 euros por adulto y de 12 euros para menores de entre 6 y 18 años, la actividad suele empezar a las diez de la mañana y se alarga hasta las dos de la tarde. Arrancando con un paseo entre los viñedos, termina con la visita a la bodega. En el camino, distintas paradas ayudan a entender el proceso de elaboración del vino. A pie de viñedo es donde se llevan a cabo las catas de vino y las demostraciones gastronómicas del restaurante invitado (hasta la fecha han participado ya una treintena de establecimientos), con acciones que van desde la preparación de un arroz en directo o la cocina de brasa. Bacalao, pies de cerdo o calçots son algunos de los ingredientes tradicionales que han desfilado por aquí.

«Pensamos que es importante –concluye Xavier– aunar salud, gastronomía, territorio y enología, y que el camino es la colaboración y la creación de red a tu alrededor». Les está funcionando.

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