'En Turquía nos detuvieron por ser lesbianas y por ser terroristas'

María Jimena Rico relata la odisea vivida para escapar de Dubai, perseguidas por la familia de su novia egipcia

19 mayo 2017 15:26 | Actualizado a 23 mayo 2017 10:34
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La joven hispano-argentina María Jimena Rico, que fue retenida en Estambul tras ser localizada después de estar desaparecida junto a su novia egipcia, Shaza Ismail, espera que lo que les ha ocurrido sirva para combatir la represión homosexual en los países árabes, manifestó ayer en rueda de prensa.

Rico, que huyó de Dubái, donde reside la familia de su novia, tras sentirse ambas «amenazadas de muerte», explicó ayer a los medios de comunicación que su historia ha llegado a los países árabes y cree que puede ayudar a mucha gente que vive una situación de represión homosexual.

«Para algunas personas puede ser un empujón para hablar e intentar movilizarse y hacer algo, y también para acabar con la corrupción en algunos países y que las cosas cambien», ha dicho.

La joven, de 28 años, ofreció ayer una rueda de prensa en el Ayuntamiento de Torrox (Málaga), municipio en el que vive su familia y al que llegó en la madrugada del sábado desde Barcelona, hasta donde fue deportada procedente de Turquía junto a su pareja.

María Jimena Rico declaró que su novia ha vivido «un calvario» desde los 15 años, cuando fue amenazada por primera vez por su condición sexual, pero ella le dijo «que no se podía conformar con vivir infeliz y que había más mundo fuera».

Relató que volvieron a Dubái desde Londres, donde vivían, engañadas por el padre de Shaza, que les dijo que su madre estaba enferma, y una vez allí, «aseguró a su hija que nunca se iba a casar con una mujer y que no la dejaría irse de su casa».


Huida y detención
Escaparon hasta Georgia y, cuando estaban en el aeropuerto de Tiflis para regresar hasta Londres, apareció el padre de Shaza, «que fingió un infarto, nos rompió la documentación y me amenazó de muerte».

Tras este altercado, en el que intervino la Policía, ella renunció a que encarcelaran al padre de Shaza y fueron llevadas hasta la frontera de Turquía, país en el que entraron «de forma legal», porque renovaron la documentación. Pese a ello, cuando entran en Turquía, son detenidas «por terrorismo», y cree que en esa acusación «pudo tener algo que ver la abogada del padre de Shaza», que les venía «siguiendo la pista».

Rico denunció el trato recibido por las autoridades turcas, que les aplicaron «una doble discriminación, por ser terroristas y por ser lesbianas», y afirmó que le hicieron firmar un papel en lengua otomana sin traductor por el que renunciaban a recibir asistencia consular.

Señaló que estuvieron tres días retenidas, los dos primeros sin que les diesen de comer, y que en un traslado pudo hacerse con un teléfono y llamar a su familia, y que eso se activó su búsqueda, porque hasta ese momento Turquía negaba que estuviese en el país.

Declaró que el peor instante fue cuando las separaron e hicieron creer a Shaza que ella se había marchado y la había dejado allí.

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