El Tiempo
Estado Carreteras
Whatsapp
Encuesta
Directorio Empresas
Juegos
El Gobierno está resuelto a que el turismo siga siendo la gallina de los huevos de oro de la economía española, de la que ya supone el 11,1% anual -en 2015, según los últimos datos del INE, aportó un 4% más al Producto Interior Bruto (PIB) hasta alcanzar los 119.011 millones de euros-. Por eso, a la rebaja ya prevista en las tarifas que AENA cobra anualmente a las aerolíneas se une ahora otro descenso similar en las tarifas de navegación aérea.
El ministro de Fomento, Iñigo de la Serna, anunció este martes que Enaire, el ente público que gestiona la navegación aérea, rebajará sus tasas un 11.5% acumulado entre 2018 y 2021, a razón de un 3% el primer año, un 4% el segundo y un 5% el tercero. Con ello se prevé un ahorro de 184 millones para las compañías aéreas.
Hasta entonces permanecerán congeladas, como llevan desde 2012. El resultado, según el Ministerio, es que para 2019 -una vez entre en vigor el nuevo descenso- Enaire tendrá la tasa más baja entre todos los proveedores de navegación aérea de la UE, haciéndola más competitiva puesto que ocho de cada 10 turistas que llegan a España lo hacen en avión, y la mayoría en bajo coste.
El flujo de aviones que sobrevuela el territorio español acumula ya tres años y medio de crecimientos ininterrumpidos (41 meses en total). En 2016 fueron gestionados 1,86 millones de vuelos y para 2017 se prevé superar los 1,9 millones.
Fomento espera que la rebaja repercuta en los precios de los billetes
El Documento de Regulación Aeroportuaria (DORA), aún pendiente de concretar en su régimen de premios y castigos, incluye ya otra rebaja de tasas del 11% para las compañías aéreas durante los próximos cinco años (2017-2021), a una media del 2,2% anual. Se refiere, en concreto, a las que AENA cobra a las aerolíneas por usar los aeropuertos.
El Gobierno, por ello, ha pedido a las compañías que repercutan esos descensos sobre sus billetes. No obstante, en el propio DORA también se contempla la posibilidad de penalizar a los aeropuertos menos diligentes con los pasajeros y a la propia AENA si reduce sus inversiones.
