Josep Lladós: «La crisis no va a ser tocar fondo y subir. Se dilatará»

Entrevista. «Más medidas». Este analista apunta a una recuperación en forma de U y no de V, celebra las ayudas del Gobierno pero pide más: «Sabemos que entraremos en recesión, pero es el momento de gastar el dinero»

30 marzo 2020 19:00 | Actualizado a 31 marzo 2020 10:58
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¿Cómo diagnostica, a día de hoy, la situación desde el punto de vista económico?

Las políticas de prevención han ido muy tarde y todo el foco se ha puesto ahora en las de contención, que nos exigen, dada la alta capacidad de contagio, un confinamiento, que es la mejor política de contener pero tiene un impacto económico muy fuerte. Ha habido un estímulo fiscal, orientado en un primer momento a mantener el máximo de ocupación y actividad, pero visto que la reducción de casos no ha sido suficiente, se ha endurecido el confinamiento. Se trata de garantizar al máximo no la actividad sino las rentas y que las empresas tengan liquidez.

¿Agravará el endurecimiento el estado de la economía?

El impacto será más intenso, con toda seguridad, y por eso se tiene que complementar con nuevas medidas para garantizar la liquidez empresarial. El impacto exigirá más medidas. Todo pasa por hacer una salida rápida de la crisis y eso pasa también por contener antes la pandemia.

Habrá menos consecuencias a medio o largo plazo.

Va en la buena dirección con las medidas actuales, sí. El parón nos da la esperanza de que podremos ir más rápido. A medio plazo tiene que ser mejor, aunque ahora suframos una caída más intensa. Eso sí, se tienen que dar las medidas de apoyo adecuadas, garantizar liquidez y una moratoria de impuestos, porque hay peligro de que haya empresas que cierren y no vuelvan a abrir. Un segundo punto es reforzar esa primera línea, que es la sanidad, para evitar los colapsos.

Ha habido en los últimos días un debate sobre qué priorizar, si la salud o la economía.

No hay una prioridad de política económica que no sea la salud. Lo otro ya lo gestionaremos luego. Sabemos que habrá recesión, sí, que tendremos más deuda en los mercados… pero ahora lo que nos tiene que preocupar son las personas y su supervivencia. Como mejor sea la financiación, de ahí la batalla por los coronabonos y los fondos de rescate, mejor. Como más cara sea esa financiación, menos margen tendrá el gobierno.

¿Hasta qué punto será grave o duradera la crisis?

El escenario es el de un impacto temporal pero que se dilatará en el tiempo. No será una crisis de tocar fondo y subir rápido porque hablamos de una pandemia que se está extendiendo alrededor del mundo, necesitas que los mercados cambien rápidamente y no será así. No tendremos un impulso exterior rápido. También dependes mucho de las expectativas y la confianza. La reactivación será progresiva. Nos iremos más a un escenario con forma de U que de V. Entonces habrá que impulsar todas las políticas necesarias para reactivar la economía. En este tiempo hay que procurar mantener vivas el mayor número de empresas posible.

¿De qué manera?

Hay que ayudar a las empresas a subsistir, con moratorias de impuestos y ayudas directas en forma de rentas. Hay hay unos avales públicos para que las empresas puedan hacer frente a nóminas o pago de proveedores, pero en el caso de las empresas más pequeñas y necesitadas es mucho más práctico que el estado inyecte los recursos directamente, de forma temporal. No todas las empresas pueden ir por la vía indirecta.

¿Que más será necesario?

Hace falta una renta de subsistencia. Si vamos perdiendo empresas, aún saldremos más lentamente de la crisis. En el primer semestre entraremos en recesión. Después, en función del acierto de las políticas económicas, tendremos un segundo semestre mejor. Unas primeras estimaciones de algunos organismos hablan de caídas del PIB de un 1,5 o un 2% a final de año.

¿Cómo se compara ese dato con la crisis de 2008?

Evidentemente, la caída será más intensa que con la crisis financiera pero también la recuperación puede ser más rápida, pero eso no quiere decir ‘muy rápida’. La crisis financiera se dilató mucho en el tiempo y salimos de forma muy lenta. Aquí hay más consenso y vamos en la dirección adecuada. Es evidente que luego habrá una crisis de deuda.

¿Estamos ya en una economía de guerra?

Vamos en esa dirección, de confinarnos todos, excepto los servicios esenciales, y reordenar los otros, priorizando los sanitarios. Es una política de intervención, parecido a lo que se hacía en periodos bélicos: reconducir el sector productivo hacia una prioridad. No costaría nada llamar a Inditex para que empiece a producir mascarillas o batas.

Y priorizar la producción.

Es dar el máximo apoyo a sectores concretos, sabiendo que esto es una lucha de la ciencia para vencer a un virus que, por primera vez, afecta al ser humano. Se trata de un problema de alta complejidad. Pero es un reto científico, no militar.

¿Qué le parecen las medidas económicas aprobadas por el Gobierno de Sánchez?

Me parecen adecuadas pero insuficientes, necesitamos nuevas medidas, que no van a tardar en llegar, como inyección directa a los colectivos más débiles del tejido empresarial, moratoria de impuestos… Hay precaución en el gobierno porque no tiene claro la financiación, pero este confinamiento va a exigir más medidas complementarias que para mí me parecen imprescindibles. Ahora es el momento de gastar el dinero.

Un estudio de la URV sostiene que la economía de Tarragona es la más frágil de Catalunya ante la recesión de la Covid-19.

Todos los sectores vinculados a la movilidad son los que lo notarán con más intensidad. Aquellas comarcas donde el peso del turismo es más importante tardarán más en reactivarse porque esa práctica tiene mucho que ver con las rentas pero también con la confianza y las expectativas. Antes de viajar a una zona habrá que comprobar que está libre de la influencia del virus. A esas zonas les costará más.

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