La costa de los percebes está en A Coruña

Los percebes de O Roncudo son uno de los mejores productos gallegos que presidirán muchas mesas esta Navidad. Su recogida es todo un arte

26 diciembre 2018 10:46 | Actualizado a 26 diciembre 2018 10:49
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Los percebes de O Roncudo, en Corme (A Coruña), no tienen parangón y llevar la malla llena de los mejores comporta mucho de riesgo y buena maña, pero sin duda alguna es uno de los mejores productos gallegos para coronar las rebosantes mesas de Navidad. 

Existe una costa que es famosa por estos seres que la pueblan y, si bien la semana pasada el infortunio hizo que se volviese a hablar de ella por los naufragios, dos en menos de veinticuatro horas y con el saldo de cuatro muertos y un marinero que continúa desaparecido, su gran fama se debe a sus idóneas condiciones para el desarrollo de este envidiado crustáceo. 

En un mar picado, entre una palada y otra, los profesionales en la materia que trabajan en As Rosas, embutidos en monos y siempre con un ojo puesto en el oleaje porque el mar engaña y corre más que la gente, se saludan siempre con un gesto antes de meterse en faena, con ese olor a algas y a sal, pero también a café y del tempranero.
El festivo mes de diciembre y el verano son las fechas fuertes. Dos horas antes y una después de la primera bajamar, es la ley de este oficio, una carrera contrarreloj con un tope de captura, que es necesario para el equilibrio de los precios de venta, y tres aperos indispensables: red, mochila y raño (nombre del garfio de hierro con el que se arranca el marisco de las peñas). 

Son muchos los textos escritos que describen la dureza del apresamiento de este marisco

Escoger y quitar el verdín es la última fase, la más segura, pero a la par la menos estimulante, según sus propios testimonios, y se podría definir, por ende, como la más aburrida.

Más de 100 euros el kilo
El kilo del percebe «bueno», el que está más duro y compacto, suele sobrepasar siempre los cien euros, el mediano menos de la mitad de ese importe y los «mexóns» (meones), llamados de esta manera porque sueltan agua, son siempre los más baratos, totalmente asequibles, pero por lógica son los que tienen menos carne y no están ni de lejos entre los que generan mayor demanda.
Este litoral gallego, el de la «costa de los percebes» (Roncudo, Camelle, las Sisargas...), en el que en ocasiones se forman peligrosos remolinos, está plagado de duros acantilados y de playas prácticamente vírgenes.
Las corrientes marinas, que alteran la salinidad y densidad del agua; la roca que es granítica, el hecho de «acariciar» los rayos solares cuando hay ocasión y la lluvia, que estimula el crecimiento de este manjar marino de cuerpo cilíndrico y alargado protegido en su extremo por un caparazón reforzado por placas calizas, son las propiedades de la zona, responsables del reconocimiento del percebe.

Un trabajo muy duro
Son innumerables los textos escritos que describen la dureza y la callosidad del apresamiento del mismo en unas localizaciones que semejan inaccesibles, pero los que a esta actividad se dedican tienen el suficiente resuello y aplomo para encarar tal labor, una habilidad la suya que los comensales, ya más tarde, han de desarrollar para no quemarse las manos pelando.

Los mercados se abarrotan de mariscos para menús muy especiales, primero de Nochebuena y Navidad y después de Nochevieja y Año Nuevo. 

Percebes, cigalas, bogavante, vieiras, besugo, bacalao... Las plazas, con sus puestos y vendedores, se convierten en los grandes puntos de encuentro por la presencia de esta materia prima extraída del mar y con unos importes de comercialización competitivos aunque, como ocurre cada año, ajustados a un momento que es considerado de altísima demanda. 

El precio de los percebes ha aumentado en los días previos a la Navidad más de un 40%

No es esta una época para contar calorías, aunque es necesario tener muy presente a efectos preventivos la advertencia habitual de las autoridades sanitarias, que recomiendan proceder con mesura en el arte de chuparse los dedos.
Precisamente, los mariscos y los pescados son los productos que más han subido en los días previos  estas fiestas de Navidad, con aumentos del 44 % en percebes gallegos y del 12,7 % en la merluza, según informó la semana pasada la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que advirtió de que estas navidades son las más caras de los últimos años.
 

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