La gran riqueza culinaria de una tierra para comérsela

25 junio 2020 10:40 | Actualizado a 26 junio 2020 08:17
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La variedad de los productos y la gastronomía de la zona es incuestionable: sólo es necesario probar un bocado o brindar con uno de sus vinos para quedarse atrapado entre la magnitud de sus sabores. Estratégicamente ubicada, desde la antigüedad la Costa Daurada ha sido el escenario natural para acoger a diferentes culturas que han ido dejando su huella. Una de ellos es la gastronomía. Conozcámosla mejor:

La cuna de los calçots, un producto de Valls que da la vuelta al mundo

Si hay un producto tradicionalmente protagonista de la cocina de Tarragona es el calçot, concretammente Valls, cuna de esta cebolleta tierna, blanca, alargada y dulce cuyas propiedades lo hacen un producto muy saludable: contiene mucha fibra, hierro, calcio y variedad de vitaminas, es depurativo ya que tiene mucho contenido de agua y es una fuente de flavonoides, que hace que sea también en un gran antioxidante.

Se puede degustar hasta mediados de marzo aproximadamente y, aunque por su polivalencia y su agradable sabor muchos restaurantes ya lo incluyen en variedad de platos, es imperdible degustar una buena calçotada. Cocinados a la brasa sobre llama viva, los calçots se desprenden de su piel y se acompañan ‘sucando’ en una sabrosa salsa a base de almendras, tomate asado y ñoras. Al menú tradicional se le suma una buena carne a la brasa en la que no debe faltar la longaniza, mongetes (una variedad especial de alubias) y, en muchas ocasiones, alcachofas. Regado con un buen vino, mejor servido en porrón y finiquitado con una naranja natural y la clásica crema catalana, es una experiencia gastronómica deliciosamente inolvidable.

Su sabor diferencial, su específico tamaño (debe tener una longitud de base blanca de 15 a 25 cm y un diámetro medido a 5 cm de la raíz de entre 1.7 y 2.5 cm) y particularidad le ha llevado a ganarse la condición de producto con Indicación Geográfica Protegida. Además, la población organiza una fiesta anual alrededor de este producto, a finales del mes de enero y principios de febrero, cuando el calçot está en su esplendor.

Chartreuse y su íntima relación con Tarragona

Reconocido en el mundo entero, el Chartreuse es uno de los licores de hierbas por excelencia. Aunque a día de hoy la receta sigue siendo un misterio, sí ha trascendido que su en su elaboración se utilizan ciento treinta hierbas maceradas en alcohol de uva y destiladas. Sus dos variedades más reconocidas son el Verde (55º), que recibe este nombre porque contiene una gran proporción de clorofila. Y el  Amarillo, que con una graduación menor (40º), sus aromas más suaves y su sabor ligeramente más dulce. 

Lo que pocos conocen es su origen y menos aún la relación que aguarda con la capital de la provincia: en el año 1903 los monjes del monasterio cartujo de la Grande Chartreuse, ubicado en los Alpes franceses, fueron expulsados del país. Se llevaron consigo el secreto de su aguardiente e implantaron una destilería en Tarragona, centro de elaboración del licor, que recibe el mismo nombre que la población. Aunque después de la Segunda Guerra Mundial los monjes cartujos fueron autorizados a regresar a Francia y a reinstalarse en el antiguo monasterio, decidieron reubicar la destilería en la localidad de Voiron. El licor se siguió fabricando en Tarragona hasta 1989, fecha en que la destilería echó el cierre. 

Una gastronomía ampliamente premiada con soles y estrellas

El firmamento gastronómico de la Costa Daurada brilla más que nunca. A las Estrellas Michelin que ya se mantienen en el tiempo, con los distinguidos restaurantes Can Bosch y Rincón de Diego, ambos en Cambrils, se le sumó en la última edición una estrella más: la del atrevido y divertido restaurante Deliranto, en Salou. 

A ello se le suma además, tener en la primera fila de los emblemáticos Soles Repsol a los restaurantes Ferran Cerro (Reus), El Celler de l’Arbocet (Riudoms) y Can Bosch, Rincón de Diego, Miramar (Cambrils). 

Y es que siempre es una apuesta segura pegarle un delicioso bocado a la gastronomía de la Costa Daurada.

Caldos a la altura de las catedrales del vino

El creciente interés por la cultura vinícola ha puesto en auge a muchas otras denominaciones con vinos excelentes, relegadas injustamente en preferencia de otras que tradicionalmente han apostado por una mayor publicidad. Priorat, Montsant, Conca de Barberà, Penedès… ya son opciones que los  consumidores conocen con gusto, apuestan por sus variedades y son a las que acuden con seguridad para los brindis especiales. El entorno geográfico y climatológico del que gozan abrió el camino para la producción de vinos de enorme calidad y especial singularidad. 

La fuerza y personalidad de los vinos del Priorat, la serenidad de los caldos del Montsant, la suavidad de las copas regadas con la DO Tarragona, la singuralidad de los vinos de la Terra Alta, la sorpresa al destapar una botella del Penedès y el estilo genuino de los vinos de la Conca de Barberà hacen de la provincia una tierra vinícola insuperable. Además, las DO de la provincia cuentan con diferentes espacios singulares: ocho bodegas de arquitectura modernista, conocidas como las catedrales del vino.

Una ensalada singularque pasa de una generación a otra

El xató o xatonada es un plato típico de la zona del Penedés y se trata de una ensalada típica de los meses de invierno cuyos ingredientes son una base de escarola, bacalao, anchoas, boquerones, aceitunas y, la clave: su salsa. 

Para elaborarla se trituran almendras, ajos y avellanas (a poder ser con denominación de origen de Reus) hasta conseguir una pasta fina. Es entonces cuando se le añade su gran ingrediente secreto, que le da color: la ñora o el pimiento de romesco. 

Los mayores de la zona explican que su origen se remonta a las fiestas mayores, cuando la xatonada se elaboraba para celebrar las nuevas cosechas del vino joven del año y se abrían por primera vez las botas poniéndoles los grifos. Esto se conoce como ‘aixetonar’, así que derivó en el nombre del plato, que ha calado generación tras generación, que congrega a grandes y pequeños en la cocina  y ha conseguido mantenerse en nuestros días como una de las opciones tradicionales de las cocinas de la zona.

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