Las leyes en materia de igualdad no se cumplen

19 mayo 2017 15:52 | Actualizado a 21 mayo 2017 14:20
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Mar Vázquez Oliveros
Secretaria de Igualdad de UGT de Tarragona

Esmeralda Valiente
Federación de Servicios, Movilidadi Consumo, de UGT de Tarragona

 

La semana pasada conocíamos los datos del informe ‘Salaris en el sector comerç a Catalunya. Any 2015’, coincidiendo con el décimo aniversario de la entrada en vigor de la Ley para la igualdad efectiva de mujeres y hombres.

Como era de esperar, este informe es terrible en cuanto a las cifras que aporta: la brecha salarial en Catalunya es del 26%. En el sector del comercio, la cosa empeora. Hablamos de una media del 30,8%, de las más altas.

El sector del comercio en Catalunya cuenta, según datos del Informe, con un total de 429.169 personas afiliadas al Régimen General de la Seguridad Social. Del total de afiliados, el 51,9% son mujeres y el 48,1% son hombres. La brecha salarial es del 30,8%.


¿Hay discriminación?
Hecha esta pequeña introducción, queremos resaltar los datos más escandalosos que encontramos en el subsector del comercio al por menor, que es el que cuenta con un número más alto de afiliaciones.

Respecto a las nacionalidades, no sólo se mantiene una brecha salarial de género en torno al 33%, sino que se refleja otra realidad también alarmante. Los ciudadanos de la UE perciben unas retribuciones un 22,8% superior a la media, seguido de los españoles (+3%), y con un salario un 3% inferior a la media los ciudadanos extracomunitarios. Cabe preguntarnos si es cierta la afirmación de la CE de que no existe discriminación por razón de sexo, raza o género. En cuanto a formación, la brecha salarial de género se amplía con el nivel de estudios y la edad.

Sólo incentivando la negociación de planes de igualdad en las pymes, aprobando una ley de transparencia salarial, derogando las reformas laborales, estableciendo una valoración de los puestos de trabajo con perspectiva de género, promulgando

leyes de parentalidad e incrementando el presupuesto en materia de igualdad, podremos revertir esta situación. Lo que sufrimos durante la vida laboral, lo pagaremos en la jubilación: mujeres jubiladas más pobres.

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