«Las redes hacen que los jóvenes existan»

Descarrega cuenta con un extenso y valioso historial de experiencia y trayectoria que lo sitúa como uno de los nombres más reconocidos dentro de la psicología en Tarragona. Trabaja como psicólogo clínico en el Servei d’Addiccions i Salut Mental de l’Hospital Universitari Sant Joan de Reus, también es profesor asociado de la URV y vocal en la Junta de Govern del Col·legi Oficial de Psicología de Catalunya.

¿Cómo valora la adicción al móvil de los adolescentes hoy en día y la evolución que ha tenido en estos últimos años?

En la última década ha habido una transformación relacionada con una nueva generación digital en la que sin este acceso a las redes sociales que les permite sentirse miembros de la comunidad adolescente es como si sintieran que dejan de existir. Jose Ramón Ubieto, autor del libro Del padre al iPad, decía que la relación que mantenemos con lo digital se entiende mejor cuando la pensamos en términos de amor al objeto y no de adicción. Teniendo en cuenta esta visión, deberemos preocuparnos cuando las personas mantienen una relación de dependencia con cualquier objeto tecnológico que limite su libertad de acción y restrinja sus intereses.

¿Ha tratado o conoce algún caso de adicción u obsesión a los móviles?

A nuestros centros acuden aquellos jóvenes para los que la utilización del móvil, o cualquier otra herramienta tecnológica, se ha convertido en uno de los síntomas que motivan su malestar psíquico-emocional, aunque en la mayoría de ocasiones no sea este el motivo principal de consulta.

¿Considera que la depresión puede ser una verdadera consecuencia de la adicción a los móviles? ¿Por qué?

Los profesionales debemos ser muy cuidadosos en este sentido y tener en cuenta la diferencia entre el síntoma, al que consideramos como la expresión de un conflicto psíquico, y el trastorno o enfermedad. La sintomatología depresiva, como la ansiosa, puede ser una más de las consecuencias que provocará en estos jóvenes la dependencia de la tecnología.

¿Y cómo se ve reflejado esto en los jóvenes?

Necesitan imperiosamente estar conectados y consultar constantemente su estado en las redes sociales para sentir que siguen existiendo, que sus compañeros les otorgan un lugar que les hace visibles y evitar así sentimientos de soledad y vacío, quedando atrapados en esa red virtual que les impide disfrutar, vivir el momento y mantener relaciones cara a cara.

¿En qué otros aspectos puede perjudicar esta dependencia?

Podría ser el posible aislamiento del adolescente en el caso de que sustituya mayoritariamente las relaciones interpersonales por las relaciones virtuales, el peligro de sobreexponerse sin preservar su intimidad en la red y la posibilidad de sufrir ciberacoso.

¿Por qué son los más jóvenes los más susceptibles a tener esta dependencia?

Porque en la construcción de su identidad el grupo de iguales va a ser aquello que más le importe al adolescente. Necesitan compartir sus vivencias y experiencias y verse reflejados en los otros, deseando mirar y ser mirados para sentirse uno más dentro del grupo al que pertenecen.

¿Qué tipo de acciones o medidas se tendrían que tomar para romper con esta adicción?

Las acciones deberían evitar las prohibiciones centrándose en medidas preventivas que tengan en cuenta a todos los actores implicados y que incluyan momentos de desconexión virtual que permitan conectar con las diversas realidades existentes. El adulto debe convertirse en un referente para que sean autónomos críticos y responsables.