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Las cifras de positivos por Covid-19 en Tarragona se elevan preocupantemente. Según los datos facilitados por el Departament de Salut, el sábado se recontaron 78 casos nuevos, 34 más que el viernes. Tras una jornada, la del viernes, en que los datos caían y la esperanza volvía a la demarcación, ayer la realidad dejó claro que el virus continúa presente.
Según los datos publicados en la web dadescovid.cat, del total de nuevos positivos, 55 se produjeron en la región sanitaria del Camp de Tarragona y los 23 restantes en Terres de l’Ebre.
Este último balance deja la demarcación con 3.901 contagios desde que se iniciara la pandemia el pasado mes de marzo (3.069 en el Camp y 832 en el Ebre).
En lo referente al riesgo de rebrote, Terres de l’Ebre vuelve a disparar sus cifras y se sitúa de nuevo como una de las más elevadas en Catalunya, con 150,65. Por contra, en el Camp de Tarragona baja hasta el 46,95; 13 puntos menos que el viernes.
El recuento de fallecidos vuelve a estabilizarse, después de que el viernes Terres de l’Ebre sumase tres muertes más. Desde el inicio de la pandemia han fallecido en la demarcación 455 personas (396 en el Camp de Tarragona y 59 en Terres de l’Ebre).
Medidas más restrictivas
La situación es aún más preocupante en el resto del Estado español. Después de varias semanas de incrementos constantes de casos, con cientos de rebrotes aún sin control y restricciones al turismo impuestas desde terceros países, son cada vez más las comunidades que piden al Gobierno tener más herramientas para poder controlar la pandemia.
Incluso hay quien quiere que el Ejecutivo pilote una estrategia común para hacer frente al coronavirus y evitar así «una cascada de normativas» autonómicas. De lo contrario, advirtió ayer la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz-Ayuso, «volveremos locos a los ciudadanos».
Un día después de que el Ministerio de Sanidad y las autonomías acordasen por unanimidad aplicar un paquete de medidas extraordinarias, como el cierre del ocio nocturno o la prohibición de fumar si no hay distancia de seguridad, para intentar frenar los contagios, Galicia fue más allá y reclamó cambios en la legislación que permitan realizar confinamientos, limitar el derecho de reunión o establecer cordones sanitarios. «Necesitamos un cambio normativo para afrontar con las mayores garantías jurídicas posibles la evolución de la pandemia durante los próximos meses», explicó la Xunta.
Ante esta situación, y tras la declaración de España, con excepción de las islas Canarias, como zona de riesgo por el gobierno de Alemania, los grandes turoperadores germanos comunicaron ayer la suspensión total de sus ofertas turísticas a las costas de la península y las islas Baleares. Los grandes consorcios alemanes TUI y DER Touristik congelaron sus ofertas a las regiones españolas afectadas.
Debido a que el ministerio federal de Exteriores advierte de la necesidad de evitar todo viaje a la España continental y el archipiélago balear debido al creciente número de infecciones de coronavirus «nos vemos obligados con dolor de corazón» a suspender y cancelar todos los viajes previstos desde este momento y hasta el 24 de agosto, anunció el grupo TUI en un comunicado que publica en su página web.
Masivo retorno en Europa
Por su parte, miles de europeos que se encontraban fuera de sus países, sobre todo por turismo, están tratando de regresar apresuradamente ante el aumento notable de casos de y las medidas restrictivas, sobre todo de cuarentena, impuestas por diversos gobiernos para intentar frenar lo que parece una segunda ola generalizada de la pandemia.
Países como Francia, Reino Unido, Alemania o España son algunos de los más afectados -ya sea se forma activa o pasiva- por las nuevas medidas, que pueden generar un movimiento masivo de personas, muchas de las cuales habían decidido desplazarse de vacaciones y ahora temen quedarse confinadas en su lugar de destino, o bien soportar una cuarentena estricta a su regreso a casa.
