Lula sale de la cárcel 
19 meses después para atormentar a Bolsonaro

«Han intentado criminalizar a la izquierda», afirma el expresidente tras quedar libre a la espera de una sentencia definitiva

09 noviembre 2019 13:00 | Actualizado a 09 noviembre 2019 16:23
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El expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva acusó ayer a la Justicia, la Policía y al Estado brasileño de intentar «criminalizar» a la izquierda por los 580 días que ha permanecido encarcelado en Curitiba por una condena de corrupción. «Necesitaba resistir para luchar contra el lado podrido del Estado, de la Policía Federal, del Ministerio Público, de la Justicia. Trabajaron para criminalizar a la izquierda, a Lula y al Partido de los Trabajadores», dijo emocionado ante una multitud.

Lula, de 74 años, dejó la cárcel gracias a una decisión de la Corte Suprema adoptada el jueves. El antiguo jefe de Estado (2003-2010) dio un breve discurso interrumpido por vítores ante un público teñido de color rojo, símbolo del partido que lidera, el de los Trabajadores. «Salgo de aquí con un gran sentimiento de agradecimiento. Quiero probar que este país puede ser mucho mejor cuando tenga un Gobierno que no mienta en Twitter como hace (Jair) Bolsonaro», manifestó.

Lula, que se benefició de una decisión del Supremo que deroga el encarcelamiento en segunda instancia, es decir, que le permite permanecer en libertad hasta que su sentencia sea definitiva, estuvo en prisión 19 meses por una condena promulgada por Sergio Moro, hoy ministro de Justicia, que le consideró culpable por corrupción pasiva y lavado de dinero por beneficios recibidos de una constructora.

Moro le condenó al atribuirle un tríplex en el balneario de Guarujá que Lula asegura que no le pertenece. La propiedad es de la constructora OAS y su dueño –detenido por contratos ilegales con la estatal Petrobras– declaró que el tríplex sería un obsequio para Lula. El testimonio permitió al empresario rebajar su condena. El tribunal de primera instancia y el segundo confirmaron la condena. Y resta el pronunciamiento de la máxima corte.

«Un golpe»

«Hay un grupo de mafiosos en este país. Ese golpe que hicieron para intentar, liderados por la red Globo (TV), ponerme como un ladrón», acusó el antiguo líder sindical. También atacó a Moro, actual ministro de Justicia nombrado por Bolsonaro: «Si tomamos a Dallagnol (otros de los jueces que lo procesó), Moro y otros inspectores y los metes dentro de un exprimidor, lo que sobra de ellos no es ni 10% de la honestidad que yo represento en este país».

De sus planes de futuro, adelantó que viajaría ayer mismo a São Paulo, donde espera encontrarse con su familia y sus colegas del sindicato de los Metalúrgicos. «Mañana me encuentro en el sindicato y después las puertas de Brasil estarán abiertas para que lo pueda recorrer», añadió en su parlamento.

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