Malestar entre el personal sanitario por la falta de mascarillas y batas

Los profesionales denuncian que se ven obligados a reutilizar el material y alertan de que la falta de equipamientos de protección podría propiciar el contagio por coronavirus

19 marzo 2020 10:10 | Actualizado a 19 marzo 2020 12:45
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Los héroes sanitarios denuncian no trabajar en condiciones. Aseguran que se están quedando sin los equipos de protección necesarios, como son las mascarillas o las batas impermeables, elementos importantes para prevenir el contagio del Covid-19. La situación empeora día tras día y el cansancio y la presión empiezan a pasar factura entre los profesionales. Además, los protocolos e instrucciones van cambiando en cuestión de horas, lo que genera un estado de incertidumbre entre el personal sanitario.

En la demarcación de Tarragona, la situación en los hospitales no es muy distinta que en el resto del país. La falta de equipos de protección individuales –conocidos popularmente como EPI– empieza a preocupar a médicos, enfermeras y auxiliares. El equipo completo son las mascarillas, batas, gafas y guantes. En el Hospital Joan XXIII, los trabajadores explican que utilizan mascarillas quirúrgicas que, según los sindicatos, no sirven. «Evitan que contagies a los otros, pero no te protegen», explica Ferran Mansergas, miembro de CGT. Lo ideal es que el personal que puede estar en contacto con pacientes que han dado positivo por coronavirus disponga de mascarillas con filtro SSP2 o SSP3. «Nos las dan a cuentagotas. Las tienen bajo llave», explica una enfermera de Urgencias de Joan XXIII.

Además, los trabajadores denuncian que una mascarilla les debe durar todo el turno. «Es una guarrada. Nos dicen que tenemos que cuidarla, porque vamos escasos», explica. La efectividad de este material va menguando con el paso de las horas. «Y es un problema grave, ya que podría ser que estuviéramos afectados, pero asintomáticos. ¿Se imaginan? Estaríamos contagiando el virus al resto de pacientes y compañeros», comentan desde el sindicato CGT. «Es un riesgo tanto para los sanitarios como para el resto de pacientes y de población», comenta una enfermera.

Por su parte, fuentes de la dirección del Hospital Joan XXIII desmienten la información y aseguran que el centro «dispone de material suficiente para la tarea diaria», y añaden que «según las necesidades del momento vamos actuando».

Parecida es la situación en el Hospital Santa Tecla, según explican desde los sindicatos. Los pacientes que han dado positivo por Covid-19 se encuentran aislados en la cuarta planta, conocida como zona 0. «Faltan mascarillas y batas impermeables», explica Emilio Solà, delegado sindical de la CGT.

Los profesionales con alguna enfermedad crónica deben quedarse en casa

Los trabajadores piden que la empresa contemple los diez minutos de higiene personal antes de comer y de abandonar el puesto de trabajo como horario laboral. «Así lo contemplan los protocolos en caso de contacto con agentes biológicos, como es este virus», asegura Solà, quien añade que se habiliten más zonas de duchas para los trabajadores.

En este caso, fuentes del Hospital de Santa Tecla aseguran que se está haciendo «un uso racional del material», y reconocen que, en alguna ocasión, han tenido problemas con las empresa proveedoras. «Confíamos en que se solucione», añaden.

Referente al Hospital Sant Joan de Reus, el personal añade que los acompañantes se ven obligados a llevarse de sus casas los guantes y las mascarillas y alertan de que la falta de profesionales ya se empieza a hacer visible.

El asunto es tan grave que desde CCOO se denuncia que el Ministerio de Sanidad y el Departament de Salut están rebajando la seguridad de los protocolos del personal ante el coronavirus y sospechan que se está revisando «en función del material de protección disponible». Hasta ahora, las instrucciones eran que los profesionales utilizasen mascarillas más sofisticadas; ahora indican que es suficiente con las quirúrgicas.

Quien también se pronuncia sobre el tema es el sindicato Metges de Catalunya, quien define la situación como «crítica». Además, piden que se agilice la activación de los protocolos de limpieza de un box de urgencias, de una consulta o de un despacho contaminado.

Cambios en los protocolos

El personal sanitario va loco con tantos cambios en los protocolos. Las instrucciones más recientes por parte de los gobiernos se dieron el pasado 15 de marzo. Una de las grandes novedades es que aquellos profesionales que sean considerados contactos de alto riesgo, se irán a casa en aislamiento, como hasta ahora, pero en lugar de 14 días podrán volver a trabajar al octavo.

El problema es que el protocolo no cita que sea obligatorio hacer la prueba a todos los profesionales sanitarios. «Yo tengo todos los síntomas, menos fiebre, y sigo trabajando», explica una auxiliar del Hospital Joan XXIII. «Hay algunos de nosotros que hemos estado en contacto con pacientes que han dado positivo en Covid-19, sin la protección necesaria, y no se han tomado medidas al respeto», explica Ferran Mansergas, delegado sindical de la CGT.

Otras de las circunstancias que se están dando en los hospitales tarraconenses es que muchos profesionales están siendo reubicados debido al cierre de consultas, quirófanos y plantas. El problema es que se encuentran solos ante el peligro, ya que no han recibido ninguna formación anterior. Reciclaje, que se llama. Es el caso de Anna, una enfermera de Joan XXIII. «Me han enviado a la Urgencias y nunca antes había estado. Entiendo que la situación es extrema, pero para nosotros también y nos sentimos desamparados», asegura Anna.

Diabético y trabajando

El gobierno de la Generalitat establece en sus protocolos que todos aquellos trabajadores sanitarios que tengan alguna alteración en el sistema inmunitario, alguna enfermedad crónica o aquellas mujeres que estén embarazadas, deberán quedarse en casa, percibiendo el 100% de sus sueldos. Los sindicatos denuncian que no se está respetando esta premisa. «A la mayoría de embarazadas las han reubicado, pero no han enviado a nadie a su casa», explica Mansergas.

El Diari ha podido hablar con un enfermero diabético, que lleva días trabajando en contacto con posibles casos de coronavirus. Le llamaremos Toni –nombre ficticio–. Lleva diez años trabajando en el Joan XXIII y actualmente presta sus servicios en Urgencias y en la UCI. «Cuando empezó todo el jaleo empecé a investigar y vi que yo era un factor de riesgo. Pedí una solución mediante llamada telefónica. No me hicieron ni caso», explica Toni, quien siguió trabajando hasta día de hoy. Finalmente ayer, desde la unidad básica de prevención (UBP), le enviaron un correo electrónico informándole de que sería reubicado en otro servicio del hospital. Según la ley, Toni debería estar en su casa.

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