'Más del 60 por ciento de los vinos en nuestras cartas son catalanes'

Javier Campo es el head-sommellier de Villa Retiro Grup, que cuenta con dos restaurantes con estrella Michelin, en Barcelona y Xerta (Baix Ebre). Imparte clases en la Facultad de Enología de la URV en su Curso Profesional de Sommelier, entre otros centros. Es miembro de la Asociación Española de Periodistas y Escritores del Vino y vicepresidente por Tarragona de la Associació Catalana de Sommeliers.

Cuénteme su experiencia.

Durante años en Catalunya hemos padecido ‘riojitis’, ‘riberitis’ y apego por otros vinos que empiezan por ‘R’: ruedas, riberas baixas (sonrié)... ha sido una cuestión de hábitos.

¿Por qué?

Los consumidores han sabido de nuestro vinos después que los extranjeros nos lo dijeran. Un ejemplo, una década atrás un cliente suizo me pedía un Montsant, un Terra Alta o un Priorat y uno de Barcelona cuando se lo ofrecías replicaban que de la Terra Alta sólo conocía el vino en garrafa.

Desconocimiento

Existía una mala prensa instigada por un tipo de gente con capacidad para tomar vino en los restaurantes y que los pedían caros porqué lo otro no estaba bien visto. En esa época los vinos catalanes fueron prudentes en el factor precio porqué debían competir con un mercado instaurado durante años y años por los Rioja y los Ribera del Duero. Buena parte de la responsabilidad es de los consumidores.

Explíquese...

Demasiado tiempo se ha pensado lo mismo. ¿Los vinos blancos? Esos sí, del Penedès. Pero los rosados eran obligatoriamente de Navarra y los tintos, de la Rioja, y encima de unas marcas concretas porqué el consumidor medio conoce unas pocas referencias y no sale de ahí. En el Penedès hay blancos y tintos muy buenos, y en la Rioja y Navarra hay vinos muy buenos y otros nefastos. Se elaboran vinos buenos y malos en todas las zonas de producción.

¿Algo está cambiando?

Afortunadamente. El consumidor ha descubierto el potencial enorme de elaboración y variedad de vinos de Catalunya. Somos las comunidad con más DO, lo tenemos que explotar, y han sido los de fuera, suizos o el gurú americano de turno, los que nos lo han tenido que decir.

Usted es uno de los vicepresidentes de la Associació de Sommeliers de Catalunya. ¿Trabajan en el impulso de las DO catalanas?

Por supuesto. Una de nuestras tareas es promocionar los vinos catalanes dentro de su región y fuera de su región. Además colaboramos con otras asociaciones para perseguir los mismo objetivos.

¿Cómo son las cartas de vinos en sus restaurantes?

Más del 60 % de los vinos son catalanes, de todas las DO y entre ellos, por supuesto, de la Terra Alta. Aunque tenemos vinos de otras zonas y países porqué nuestro público es diverso. Tenemos de todo y nadie se enfada.