Matias Alonso: 'La verdad es el peor enemigo del separatismo'

Entrevista al cabeza de lista de Ciutadans por Tarragona

19 mayo 2017 21:45 | Actualizado a 22 mayo 2017 13:03
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Matías Alonso llega tarde por un problema de tráfico. Viene acompañado de su mujer, María Jesús. Pose de galán maduro, rostro casi ausente en las imágenes de campaña de su partido, copadas por el dúo Rivera-Arrimadas. Hace un alto en el camino, frente a un quiosco, para remarcar su indignación por los accidentes en la N-340. Nos dedica todo el tiempo del mundo, sin prisas, en una conversación ancha, de respuestas eternas y fuego a discreción.

 

– ¿Por qué parece que a Ciutadans le da ‘alergia’ el derecho a decidir?

– Nosotros nos posicionamos en contra de preguntas que se hagan de la manera en la que se planteó la consulta.

 

- ¿Estarían entonces dispuestos a pactar un referéndum?

– Los referéndums están recogidos dentro de nuestra ordenanza jurídica, por lo tanto no es imposible. Lo que no es posible es un referéndum creado por voluntad de una sola parte.

 

– ¿Las elecciones del próximo domingo son de algún modo una especie de plebiscito encubierto?

– Son, exclusivamente, unas elecciones al Parlament que nos ofrecen la oportunidad de darle la vuelta a la tortilla y echar fuera a este gobierno que no ha gobernado. Es la ocasión de escoger a un gobierno que trabaje para el conjunto de los catalanes y que resuelva problemas en lugar de crearlos, que es lo que parece que busca el señor Mas.

 

– Las encuestas les conceden un puesto privilegiado, ¿reto motivador o problema a la vista?

– Estamos confiados en subir más de lo que dicen las encuestas. Nos consolidamos como la alternativa a esta amalgama que se ha aglutinado en torno a Mas y Junqueras buscando no sabemos bien el qué. No nos da miedo gobernar, tenemos programa para hacerlo.

 

– ¿Y cómo encajaría Ciutadans en ese programa a toda la masa independentista catalana?

– La responsabilidad de los gobiernos es gobernar en busca del interés general. Hay otras cuestiones que también preocupan a la gente. La primera en Catalunya, como ocurre en el resto de España, es el paro. Tarragona está a la cola en esta cuestión. Hay que trabajar por resolver esos problemas, con instituciones abiertas que tengan la responsabilidad de no engañar a la gente. La verdad tiene que estar por encima de todo y confundir a las personas explicando conceptos que están fuera del orden democrático no conduce a nada. El peor enemigo que tiene el separatismo en Catalunya es la verdad. En el momento en que la gente sabe lo que puede pasar se desmonta. Por eso hay tanta prisa. Cuando cuajó la idea de «España nos roba», Esquerra se subió al carro enseguida. Vivimos en un mito que se ha difundido a través de los medios, fundamentalmente públicos, controlados políticamente.

 

– En sus mítines repiten hasta la saciedad un concepto tan antiguo como el de ‘regeneracionismo’, ¿cómo casa eso con sus pactos con los partidos de toda la vida?

– Desde 2010 insistimos en un pacto contra la corrupción y la transparencia, pero las urnas mandan. Nosotros hemos tenido la responsabilidad democrática de permitir que las instituciones surgidas del voto se puedan poner en marcha.

 

– A eso se le llama cintura política.

– Es una dosis de pragmatismo. Los sentimientos son loables pero no pueden condicionar la política que debe ser algo mucho más racional.

 

– ¿A qué le suena el mantra de que ustedes son ‘la marca blanca del PP’?

– Hemos demostrado de sobras que no somos la marca blanca de nadie. Estamos en la política para primar el interés general por encima del partidista y teniendo claro que nuestro proyecto es nacional y elige las mismas cosas en todos los sitios, que es la única manera de tener credibilidad. Tenemos un ideario muy claro, con propuestas en nuestro programa que tienen similitudes con las de otros partidos pero también marcadísimas diferencias. Estamos donde está buena parte de la Europa del siglo XXI, dentro de un grupo en el parlamento europeo que es el de los demócratas y liberales. Somos un partido de centro que cree en la economía de mercado y considera que los gobiernos son los que tienen que crear las condiciones propicias para que las empresas puedan crecer y generar riqueza.

 

– ¿Pero ese tipo de economía no es el que ha provocado esta crisis?

– Estamos comprometidos con la gente, como lo demuestran nuestras políticas sociales, convencidos de que la riqueza debe redistribuirse para mantener el sistema de bienestar que tanto defendemos. La actual Reforma Laboral la ha votado precisamente el número cuatro de Junts pel Sí. Igual que el sistema de financiación, ahora tan cuestionado y que fue aprobado por Esquerra cuando todo funcionaba.

 

– Supongo que en ese sentido social va su propuesta educativa sobre los libros gratuitos, ¿qué me dice del castellano en las escuelas?

– Queremos una educación pública y concertada con tres lenguas vehiculares, conscientes de la dificultad que eso implica, para tratar de conseguir que la escuela pública tenga la calidad de la privada, donde han ido, por cierto, los hijos del señor Mas y los del señor Montilla en su día, al igual que los de otros tantos dirigentes que defienden a capa y espada la inmersión, pero la inmersión la quieren para unos cuantos mientras ellos tiran por otra vía.

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