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Un vecino de Cervera de 23 años murió este martes por la noche en la piscina cubierta municipal. Según informaron los Mossos el aviso lo dieron compañeros del chico, que era monitor de la piscina, a falta de nueve minutos para las diez de la noche.
Parece ser que el joven se quedó solo nadando una vez la instalación había cerrado puertas al público y cuando sus compañeros salieron del vestuario se lo encontraron flotando en el agua. Enseguida dieron la alerta y aunque los Serveis d’Emergències Mèdiques (SEM) y los Mossos se desplazaron al lugar, no se pudo hacer nada por salvar la vida del chico. A la espera de que se haga la autopsia al cadáver, todo apunta a que la muerte habría sido consecuencia de un paro cardíaco.
Por otro lado, una niña de 4 años estuvo a punto de ahogarse en una piscina de Tossa de Mar (Selva) también este martes por la tarde, según informó el SEM. La niña fue trasladada en estado menos grave al Hospital de Blanes, donde permanece ingresada. El SEM activó una unidad y el helicóptero medicalizado, después de recibir el aviso.
