Musicoterapia para estimular la mente y el cuerpo

Mañana se celebra el Día Mundial de esta terapia que contribuye a mejorar la cognición y el estado de ánimo

29 febrero 2020 10:20 | Actualizado a 29 febrero 2020 16:19
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Mejora el rendimiento motor, el lenguaje, la cognición y el estado de ánimo. Estos son algunos de los beneficios de la musicoterapia que mañana, 1 de marzo, celebra su Día Mundial. Se trata de una estrategia de neurorrehabilitación que utiliza la música y los recursos musicales con fines terapéuticos.

Jordi A. Jauset, divulgador científico y autor del libro La musicoteràpia (Editorial UOC) detalla que «la musicoterapia produce una reacción bioquímica en el cerebro y mejora la calidad de vida». A día de hoy, es una terapia que ha cosechado resultados positivos en cuanto a la mejoría de los pacientes neurológicos. «En los últimos 20 años se han realizado estudios para evaluar los efectos potenciales de la musicoterapia en la neurorrehabilitación de diferentes enfermedades neurológicas y se han encontrado resultados positivos en ictus y demencias, principalmente, pero también en el abordaje de la enfermedad de Parkinson, esclerosis múltiple, epilepsia, o trastornos del nivel de consciencia, entre otros», señala el doctor Moisés León Ruiz, miembro de la Sociedad Española de Neurología (SEN). 

"En el cerebro queda tatuada la música"

El doctor David Ezpeleta, secretario de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Neurología (SEN), expone todo lo que puede aportar la musicoterapia a los pacientes neurológicos. Él mismo especialista define la musicoterapia como "un acto terapéutico, de manera que necesita una evaluación correcta y un diagnóstico musicoterapéutico" y añade que " motiva a los pacientes e implica a los familiares y cuidadores ".

 

Sobre si determinados géneros musicales son más o menos efectivos en un tratamiento con musicoterapia, Jordi A. Jauset apunta que «según se ha investigado, todo depende de los objetivos del tratamiento, ya que se ha observado que los sonidos y músicas que forman parte del historial musical de la persona son los que más beneficios aportan». Y es que Jordi A. Jauset investiga la interacción entre la música y el cerebro y sus aplicaciones, entre ellas la musicoterapia. 

Por ello, explica el divulgador científico, «lo primero que se hace cuando se debe realizar un tratamiento con musicoterapia es preguntarle al usuario qué tipo de música, qué canciones y qué género musical le gustan, porque de este modo el resultado será más efectivo». Además, comenta que existen sonidos rítmicos que también son beneficiosos para la neurorrehabilitación física. «Aquí se incluye desde un sonido rítmico, como el de un metrónomo hasta una canción readaptada por un musicoterapeuta», explica Jordi A. Jauset.

Beneficios para la salud

En relación a qué propiedades de la música pueden beneficiar nuestra salud, el divulgador científico responde que «si observamos el cerebro, escuchar música conlleva muchas conexiones neuronales, casi de todos los lóbulos cerebrales y tanto de la parte externa como interna». Esto significa –en palabras del experto– que «aumentan los neurotransmisores, que son las moléculas químicas que facilitan la interconexión neuronal (como la dopamina y la serotonina), lo que afecta directamente al estado de ánimo de la persona». Por otro lado, la música también desencadena una estimulación física. «Cuando llegan al cerebro sonidos muy rítmicos, en el tronco encefálico hay las neuronas motoras que estimulan los músculos para producir un movimiento», asegura Jordi A. Jauset.

Efecto preventivo

Él mismo compara la música con un bisturí: «En manos de un buen cirujano, un bisturí puede salvar una vida, pero en manos de otra persona, todo lo contrario». Con la música ocurre algo similar –explica el experto– ya que «sabemos que se ha llegado a torturar a personas con música, porque se pueden utilizar sonidos y melodías a volúmenes elevados que, si se escuchan horas y horas, pueden ser perjudiciales física y emocionalmente».

En este sentido, los beneficios de la música también pueden aplicarse al ámbito educativo. «La etapa en la que el cerebro se desarrolla más es de los 3 a los 11 años, que es cuando se crean las redes neuronales, por lo que la música ayuda a conectar los dos hemisferios cerebrales, a tener un nivel de psicomotricidad y coordinación mejor y a generar recuerdos». Al respecto, ha habido una generación que hemos crecido aprendiendo las tablas de multiplicar cantando y eso es porque «el canto utiliza más áreas cerebrales que el habla y entonces hay más probabilidad de que lo aprendido quede almacenado», según Jauset.

Neurorrehabilitación

Él mismo afirma que «la música es lo último que se pierde en la memoria». Continua explicando que «hay áreas en el cerebro que son las encargadas de almacenar la memoria musical y lo que todavía no se ha descubierto es cómo es que en estas áreas, que tienen la misma densidad de placas beta amiloide que son las responsables del Alzheimer, la pérdida de memoria no se desarrolla tan rápido como en otras áreas del cerebro». Finalmente, el divulgador científico recuerda que «aunque la música no cura ninguna enfermedad, sí que contribuye a una mejor calidad de vida y no tiene efectos secundarios».

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