Irene Guinart Montell ha sido madre hace tres meses. Desde Castellvell del Camp revive ahora sensaciones en su bebé, con el deseo de protegerle y de evitarle aquel sufrimiento que trastornó su infancia y que dio un vuelco de 180 grados a su vida. «Dicen que de esperanza se vive… Así que pienso positivamente que mi pequeño y el resto de niños de la nueva generación tengan esa paz y felicidad, ya que a muchos de nosotros nos fue arrebatada», confiesa ella, que procura rememorar lo mínimo, aunque esta semana haya sido inevitable reparar en su recuerdo más doloroso: el miércoles, 20 de julio, se cumplieron 20 años del atentado de ETA en el aeropuerto de Reus.
Ella, que contaba apenas con nueve años, resultó herida junto con dos miembros más de su familia, su madre, Maribel Montell Lorenzo, y su abuela, María Lorenzo Mielgo. Fueron tres de los más de 40 heridos que provocó aquella bomba ubicada en una papelera, que vino a torpedear la campaña de verano en el corazón turístico de la Costa Daurada.