'No será un escaño simbólico, será operativo'

Crónica (JxCat). El discurso de Josep Rull desde Soto del Real emocionó a las más de cien personas que ayer se congregaron en la Sala Santa Llúcia

22 abril 2019 09:20 | Actualizado a 22 abril 2019 09:24
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«Estar hoy en casa, significaría estar en Porrera, este pequeño pueblo del Priorat en el que Meritxell, mi esposa, me acogió hace 22 años». Así de próximo se mostraba Josep Rull –número uno de la candidatura de Junts per Catalunya por Tarragona en las elecciones españolas del 28 de abril–, en el mitin que el partido celebró ayer por la tarde en Reus.

La Sala Santa Llúcia estaba a rebosar con centenares de personas. Más una treintena que tuvieron que seguir el acto de campaña desde el vestíbulo a través de un pequeño televisor porque la sala se había quedado pequeña. La plana mayor de JxCat de la provincia tampoco se perdió este acto de campaña, que tenía como aliciente la primera intervención que Rull podía realizar, eso sí, mediante videoconferencia desde la prisión de Soto del Real. «Cómo puede ser que tengamos que pedir permiso a un juez para poder escuchar a Rull...», lamentaba Teresa Pallarès, exconcejala del PSC y número tres de la lista electoral de Junts per Reus en las municipales. Entre los presentes, también había otras personalidades, como el número 2 de la lista de JxCat por Tarragona, Ferran Bel; Assump Castellví y Héctor López Bofill, candidatos al Senat por Tarragona; el presidente de la Autoritat Portuària de Tarragona, Josep Maria Cruset, así como el alcalde de Reus, Carles Pellicer, la concejala reusense Montserrat Vilella, también candidata al Congreso por Tarragona, o el conseller de Territori i Sostenibilitat, Damià Calvet.

Con puntualidad inglesa, a las cinco de la tarde empezó el acto, con una de esas entradas que se clasifican de triunfantes por parte de las caras visibles de JxCat: público en pie, aplausos, luces y música rockera a todo volumen. Después de una breve intervención por parte de Pellicer y Calvet, se dio paso a Rull, desde Soto del Real. No había tiempo que perder. Unos minutos antes ya se habían hecho algunas pruebas de sonido e imagen, así que todo estaba listo. Cuando apareció la cara de Rull en pantalla, toda la sala se levantó de golpe. Algunos lo hicieron con tanto entusiasmo, que ni se percataron que tenían el móvil en la falda y éste se cayó en el suelo, donde permaneció hasta que el aplauso general cesó. 

«El atrezzo [haciendo referencia a la bandera española que acompañó hace unos días a Jordi Sánchez en una intervención desde la prisión] sigue aquí. Está a mi lado, pero hoy no se ve en pantalla», empezó diciendo Rull, palabras que arrancaron más de una sonrisa entre unos asistentes que, en su gran mayoría, mostraban caras de emoción por poder escuchar en directo al candidato. 

A Rull no se le pasó por alto la fecha: «Feliz Pascua. Hoy, para los cristianos, es un día en el que se celebra la esperanza y la vida». Idea que rápidamente relacionó con el Procés, pidiendo a la ciudadanía «no decaer» y mantener el «espíritu del 1-O». «Ese día dijimos basta. Basta de no tener Corredor Mediterráneo, de no desplegar el potencial del Port de Tarragona o del Aeropuerto de Reus... Este ‘basta’ fue lo que creó la oleada de rebeldía, que no rebelión, que nos condujo al 1 de octubre», un 1-O que calificó de «patrimonio de todos los ciudadanos de Catalunya, de los que votaron ‘sí’, de los que votaron ‘no’, de los que, legítimamente, no fueron a votar. Fue una expresión de civismo, nada que ver con lo que estos días están explicando los testimonios en el juicio. Ese no es el 1-O que vivimos», esgrimió Rull, palabras que fueron seguidas por un fuerte aplauso por parte de los asistentes. Las miradas estaban clavadas en la pantalla que presidía el escenario de la Sala Santa Llúcia. 

Rull remarcó que su escaño no será «simbólico, sino que será operativo». En este sentido, dijo que hubiera sido más cómodo «seguir con el papel de preso, pero hacía falta un paso adelante y por este motivo encabezo la lista», quiso aclarar. Rull terminó con un llamamiento a «mantenerse fieles a Catalunya» el 28 de abril. Gritos de «llibertat» dieron por finalizada la videoconferencia. 

De repente, la señal se cortó, lo que dejó un silencio extraño en la sala y algunas expresiones de sorpresa entre los asistentes. «Después de la intervención de Josep se hace difícil hablar», expresaba Ferran Bel. 

El número 2 de JxCat por Tarragona calificó las palabras de Rull como «el discurso de la esperanza». «Quiero sentir este discurso desde la tribuna del Congreso de los Diputados, y que Rull pueda mirar directamente a los ojos de Pedro Sánchez, Pablo Casado y Albert Rivera», concluyó Bel.

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