«No tiene ningún sentido la desescalada por provincias»

Passanant y Belltall está en la frontera de la provincia de Lleida

01 mayo 2020 06:50 | Actualizado a 01 mayo 2020 07:45
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«Es imposible poner fronteras a la gente. Por ejemplo, el autobús lleva a los vecinos del pueblo al mercado de Tàrrega», explica el alcalde de Passanant i Belltall, Magí Ninot. En este pueblo de la Conca de Barberà están muy cerca de Tàrrega, que es otra provincia, la de Lleida. «A nivel de tiempo tardamos menos para ir a Tàrrega que a Montblanc», afirma el alcalde. Passanant i Belltall tiene 150 vecinos censados –muchos son personas mayores– con una población muy diseminada, como por ejemplo Belltall, El Fonoll, Glorieta, La Pobla de Ferran y la Sala de Comalats y con una gran distancia entre ellos.

Dos días a la semana el médico de Tàrrega pasa consulta en Passanant y un día a la semana en Belltall. «Suponemos que él vendrá igual, ya que esto es un servicio esencial y muchos ya lo esperan».

Los vecinos pueden ir al CAP de Tàrrega o al hospital Pius de Valls. «Tàrrega tiene de todo, por esto la gente de aquí tiende a ir a este pueblo», dice el alcalde.

Los vínculos familiares y las amistades están en Tàrrega. Muchos de ellos trabajan en este pueblo de Lleida. «Además muchos tienen tierras por cultivar pero que pertenecen a la provincia de Lleida», detalla Magí Ninot. Un caso similar pasa en Santa Coloma de Queralt. Santa Coloma de Queralt, el núcleo de población más importante de la zona septentrional de la Conca de Barberà, es otro territorio fronterizo que también discrepa del plan de desescalada por provincias planteado por el Gobierno español. «No le encuentro sentido», declara el alcalde de Santa Coloma, Ramon Mullerat. De hecho, no comprende que los cerca de 2.700 habitantes de este municipio puedan recorrer 200 kilómetros hasta Alcanar, pero en cambio se les impida desplazarse en la Anoia, a dos kilómetros escasos.

De hecho, en Igualada tienen su hospital de referencia y donde hacen vida buena parte de los vecinos de esta población considerada la capital de la subcomarca de la Baixa Segarra, cruce de las demarcaciones de Tarragona, Lleida y Barcelona.

El territorio reivindica su unidad territorial y discrepa de las «líneas divisorias». «No le encuentro sentido, ni en provincias ni en zonas, yo creo que lo hacen así porque no deben saber ni cómo cogerlo», manifiesta Ramon Mullerat. Y es que los vecinos tienen tendencia a desplazarse a la capital de la comarca vecina.

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