¿Qué esconden las momias? Desvelado el tesoro de Turín

Los métodos no invasivos han permitido descubrir la vida de Kha y Merit, una pareja que vivió hace más de 3.000 años

25 marzo 2019 11:00 | Actualizado a 25 marzo 2019 11:04
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Kha y Merit vivieron en el Egipto de hace más de tres mil años y ahora sus momias, custodiadas en Turín, han sido «desvendadas virtualmente» para revelar detalles de su remota vida, gracias a la ciencia y al progreso tecnológico.

Es solo un ejemplo de las piezas que el museo egipcio de Turín, considerado el más importante del mundo tras el de El Cairo, enseña en la muestra ‘Arqueología Invisible’, acerca de cómo los modernos métodos científicos permiten analizar cada vez con mayor detalle restos de hace milenios, desvelando páginas de historia aún veladas. 

«La materia es como el CSI de la arqueología: recuperamos las historias de los objetos para después darles un nuevo significado como pieza para recomponer la historia», explica Enrico Ferraris, comisario de la muestra, abierta hasta enero de 2020.

En la actualidad los expertos estudian las momias con métodos no invasivos, al contrario que en el pasado, cuando fueron presas del expolio, desenvueltas en estudios chapuceros e incluso pulverizadas para ser ingeridas como medicamentos de dudosa eficacia. En la exposición destacan las de Kha y la de su esposa Merit, halladas en 1906 por el egiptólogo Ernesto Schiaparelli en su tumba intacta y repleta de un vasto ajuar funerario, en la zona de Deir el-Medina, cerca del valle de los Reyes, en la ribera del Nilo. 

Gracias primero a los Rayos X y luego a la tomografía axial computerizada (TAC) y a un moderno software, se las ha «desvendado virtualmente» para revelar detalles de este matrimonio, aún envuelto entre las mismas tiras de lino en las que abandonaron este mundo.

Del varón se sabe que fue un reconocido arquitecto en la XVIII dinastía (1425-1353 a.C), según demuestra el collar de oro que el faraón otorgaba a sus funcionarios más preciados, murió con unos 60 años, tenía algún tipo de artrosis, catorce cálculos biliares y el codo inflamado, seguramente de trabajar en la cantera.

Bajo las telas aún conserva piezas de oro, así como un collar de un escarabajo en piedra con una inscripción en el dorso extraída del Libro de los Muertos, con la que se pretendía ganar el favor de Osiris en el juicio final.

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