'Que se pongan a gobernar ya'

Voces de la sociedad civil tarraconense divergen sobre la lectura del resultado pero coinciden en la necesidad de formar un Govern fuerte que deje atrás la 'parálisis' que conllevan las elecciones

19 mayo 2017 21:38 | Actualizado a 22 mayo 2017 12:05
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Algunos están contentos por los resultados. Otros creen, directamente, que estas últimas elecciones han reflejado la división que existe en la calle. Todos, sin embargo, coinciden en un deseo: que las negociaciones para formar un ejecutivo fructifiquen lo antes posible y se empiece a gobernar, a ejecutar, a tomar decisiones de gestión en el día a día.

«Estamos muy satisfechos por la alta participación. Nos tenemos que felicitar porque los ciudadanos participen. Eso demuestra que estas elecciones tenían una significación especial», anuncia Josep Joaquim Sendra, presidente de Pimec en Tarragona, que reclama celeridad al futuro ejecutivo. «Lo que queremos ahora es que se forme un Govern rápidamente y se gobierne. Las elecciones suelen paralizar, y además teniendo en cuenta que luego vienen las españolas y puede haber movimientos estratégicos», añade Josep Joaquim Sendra.

 

¿Bagaje suficiente?

«Ahora pedimos responsabilidad y sentido de estado», asume el abogado tarraconense Ramon Maria Sans. El Diari ha consultado, tras el 27-S, a varios de los tertulianos que durante la campaña participaron en los cara a cara sobre la independencia organizados por este rotativo. «Los resultados confirman que el país ha quedado absolutamente dividido. Mi conclusión es que la estrategia de la independencia es equivocada. CDC ha roto el país y ha dejado de gobernar. No se puede construir un país con el 50 o el 55% de los votos. Eso sólo es posible con mayorías del 70 o el 80%», admite Santiago Castellà, doctor en Derecho y profesor en la Universitat Rovira i Virgili.

Todos creen que viene un periodo de standby que debe resolverse cuanto antes. «El Procés no ha quedado ni debilitado ni fortalecido, sino temporalmente parado. El objetivo de un gobierno es, precisamente, ponerse a gobernar, y esperemos que lo empiecen a hacer pronto», confía el promotor Diego Reyes. «Como empresarios, no entramos a valorar si hay que seguir la hoja de ruta hacia el estado independiente. Queremos que se dejen de lado los intereses de partido y que faciliten un gobierno fuerte y estable, que lleve a cabo las reformas necesarias a nivel de emprendimiento que llevamos pidiendo desde hace tiempo», añade Sendra, previendo que las negociaciones entre Junts pel Sí y la CUP para pactar y formar gobierno se alarguen más de lo deseable.

Ramon Maria Sans opina sobre los resultados: «No sé si Junts pel sí podía haber obtenido más escaños, pero está claro que el independentismo ha ganado. Cualquier otra lectura es muy poco responsable. Si bien los resultados no legitiman una DUI, sí que hay que seguir con lo planteado y lo que ha votado la mayoría de la gente. Lo que pase ahora queda en manos de los políticos, forma parte de las entrañas de la política». Sans cree que la mayoría absoluta en diputados, siendo unas elecciones al Parlament, legitima continuar con el proyecto: «No podemos ir cambiando las reglas constantemente. Ahora escaños, ahora votos… Decían que no eran elecciones plebiscitarias pero se ponen a contar los votos, ¿cómo se entiende eso?».

Algunos sostienen que, en verdad, la situación no ha cambiado en exceso tras las elecciones, y se sigue dependiendo de lo dispuesto que esté Madrid a ejercer de interlocutor. «Las diferencias entre independencia y federalismo son matices. Hay que ser muy soberanos, pero el gran problema es si nos escuchará alguien en Madrid cuando llamemos por teléfono. El reto en Catalunya es conseguir un 80% de la sociedad que se ponga de acuerdo, buscar una mayoría amplia para una vía intermedia», dice Castellà, que añade: «Las opciones de las terceras vías han salido mejor paradas de lo que se esperaba. Lo normal es que esas posturas queden ahogadas en un debate así, pero han mostrado fuerza. Ahora el discurso con Madrid no será fácil».

El constructor Diego Reyes cree que el hecho de que el independentismo no haya pasado del 50% de los votos deslegitima seguir adelante con el Procés y que la heterogeneidad de Junts pel sí puede complicar la gobernabilidad: «Junts pel sí no era un conjunto homogéneo, así que veo complicado que se avance. No hay una fuerza política con suficiente relevancia. Ahora la situación es extraña. Desconozco el gobierno que puede quedar. Habrá que ver si la CUP se mantiene coherente en su intención de no investir a Artur Mas, pero ya sabemos que en política todo vale y todo se pacta en función del interés. Ahora, está claro que tienen que gobernar para todos, incluyendo a aquella gente que no les ha votado».

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