Renovar el hogar, tendencias para un futuro mejor

La rehabilitación de viviendas y edificios para dar respuesta a necesidades de confort y energía

24 octubre 2017 09:51 | Actualizado a 02 mayo 2018 11:04
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En plena fiebre de la construcción, previa a la crisis, la rehabilitación era un concepto poco utilizado en el vocabulario inmobiliario. Durante los años negros se afianzó como alternativa a la nueva vivienda. Y hoy en día, quién más quién menos se ha planteado cambiar alguna parte de su hogar o conseguir una segunda vivienda más confortable. 

La rehabilitación, muy ligada a elementos de las smart homes, está muy latente hoy en día. Pero son muchas las dudas que surgen a la hora de encarar nuevos cambios en la vivienda. No se trata sólo de escoger el estilo de una encimera, sino de abordar la rehabilitación para conseguir una casa más sostenible.   

Pablo Fernández de Caleya, gerente del Col·legi d’Aparelladors, Arquitectes Tècnics i Enginyers d’Edificació de Tarragona (COAATT), explica que a la hora de rehabilitar un hogar que «hay que saber cuales son las prioridades de cada casa para definir dónde hay que invertir primero. En algunos casos es necesario invertir en la estructura y dejar las cosas decorativas para el final».

Acerca del presupuesto, Fernández de Caleya considera: «Puede variar mucho en función de las intervenciones que se ejecuten. Pero hay que tener en cuenta que este coste puede repercutir después en la mejora de la factura energética, y ayuda a que la vivienda sea más confortable».
«Las rehabilitaciones dependen de las necesidades del propietario, ya sea para mejorar el confort de la vivienda o conseguir una mejor calidad de edificación tanto de habitabilidad como de calidad energética», finaliza el gerente del COATT.

Cultura del mantenimiento
Por otro lado, el presidente de la Cambra de la Propietat de Tarragona, Agustí Pujol, explica que «la rehabilitación de la vivienda forma parte de una cultura del mantenimiento que en este país no tenemos muy desarrollada, ya sea porque no tenemos la información adecuada o no nos ha convenido». 

«Los edificios viejos, aunque no se vea por fuera, piden un mantenimiento. Hay elementos que no están a la vista que pueden provocar grietas y deterioro en el inmueble y hay que mirarlos para no tener que actuar de urgencia», añade y continúa: «La gente debe interiorizar que hay que pasar las inspecciones para detectar patologías. Es raro que un edificio de más de 50 años no se tenga que rehabilitar».

Pujol explica que la rehabilitación de viviendas es importante ya que «se consigue mejorar la oferta del mercado de alquiler, un factor muy necesario». 
«Mirando que la construcción estaba inmersa en la crisis, la rehabilitación no ha crecido suficiente», argumenta el presidente de la Cambra de la Propietat y apunta que «hay que llegar al propietario mucho más, si hubiera más ayudas públicas sería más fácil. En este sentido las administraciones locales tienen que ponerse las pilas. Sólo se ayuda para mejorar la eficiencia energética, pero esto supone un sobrecoste muy grande».

La eficiencia energética es uno de los elementos a tener en cuenta a la hora de encarar una rehabilitación en el hogar

Por otro lado, Saül Garreta, arquitecto y cofundador el proyecto Transition Factory de arquitectura colaborativa, explica que «las tendencias de rehabilitación van a optimizar los recursos existentes. Reinventar usos de edificios que ya tenemos hechos. Reaprovechar grandes paquetes de vivienda vacíos o casas a medio hacer para darles un nuevo sentido. Se trata de poner en valor el patrimonio de una manera más inteligente».

«Rehabilitando edificios haces más ciudad que haciendo productos nuevos. Se mantiene la fachada del edificio, lo que significa mantener el carácter. Por ejemplo, la gente que vive en la Part Alta de Tarragona sabe que hay problemas de acceso y las calles son estrechas pero compensa el valor tangible cultural de sus edificios», argumenta el arquitecto.

Sobre la importancia de los edificios antiguos, Garreta continúa: «Nos hemos acostumbrado a unos estándares de calidad que en edificios de más de 20 años no encontramos. Entonces para adaptarlos en construcciones de 50 años es complicado. La gente prefiere derrumbarlos y hacerlos de nuevo, pero esto significa perder valor histórico».

Finalmente, sobre el fenómeno de los pisos turísticos, analiza que «es un problema porque banaliza la esencia de los barrios. Se hacen rehabilitaciones de cartón-piedra y no es lo mismo que había antes. Al transformarlo para hacer un piso turístico se pierde el encanto que los turistas vienen a buscar».

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