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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el lehendakari, Íñigo Urkullu, pactaron ayer crear dos comisiones bilaterales, una para acercar presos etarras a cárceles vascas y otra para el traspaso de las 37 competencias pendientes en el Estatuto de Gernika.
Con el encuentro que ambos mantuvieron en La Moncloa, Urkullu dio por abierta la puerta a un «diálogo institucional permanente» con el Gobierno de España y a una nueva relación de «confianza y lealtad», tras el distanciamiento con el anterior presidente, Mariano Rajoy.
En rueda de prensa, Urkullu defendió que este es el momento de «avanzar en la normalidad» de la política penitenciaria si bien dijo entender las «cautelas» de Sánchez en relación a las víctimas del terrorismo.
En ese sentido, le trasladó que todo lo que se haga será «desde el respeto a las víctimas» y le recordó que las iniciativas que se desarrollan desde el Gobierno vasco desde hace años tienen en cuenta «la memoria, el reconocimiento y reparación a las víctimas».
En la reunión, con la que Sánchez inició su ronda de entrevistas con los presidentes autonómicos, se planteó la necesidad de hacer una reflexión sobre el actual modelo de Estado desde la asunción de «una realidad plurinacional y la existencia de hechos diferenciales que demandan un tratamiento propio y singular».
«No hemos hablado de ruptura sino de convivencia desde el respeto mutuo» subrayó Urkullu, que trasladó a Sánchez la posibilidad de explorar la vía de una «convención constitucional» que permita interpretar el espíritu originario del pacto que supuso la Constitución.
Urkullu informó de que se abordarán los dos traspasos de ferrocarriles que dan cumplimiento a una sentencia firme del Tribunal Constitucional. Además, se convocará un encuentro de trabajo de los equipos jurídicos de ambos gobiernos para analizar y encauzar los recursos pendientes ante el Tribunal Constitucional.
Otro de los puntos abordados fue la reactivación económica y aquí Urkullu apeló a seguir haciendo esfuerzos para generar más empleo y de mayor calidad especialmente en el colectivo juvenil y los parados de larga duración.
Sobre la visión de Europa, ambos coincidieron en la necesidad de una política europea común que dé respuesta a las necesidades de los migrantes y a los refugiados y solicitantes de asilo.
El lehendakari Iñigo Urkullu trasladó al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la disposición de Euskadi a compartir la acogida de las personas refugiadas y a desarrollar nuevas iniciativas y acentuó las vías como los corredores humanitarios o impulsar el modelo de patrocinio comunitario.
