El Ministerio de Sanidad avisa de que fumar y vapear no sólo son actividades dañinas para la salud por sí mismas, sino que también pueden favorecer el contagio del coronavirus. La manipulación de la mascarilla y el contacto de los dedos con la boca tras tocar los cigarrillos podrían actuar como transmisores de la Covid-19, riesgos a los que se añade la expulsión de gotitas respiratorias que «pueden contener carga viral y ser altamente contagiosas» y «el factor de relajación de la distancia social de seguridad».
Por ello, el Ministerio indica que «debe evitarse su consumo en ambientes comunitarios y sociales», lo que incluye las terrazas o las puertas de los edificios de las empresas, y especifica que «en caso de realizarse, sea en espacios separados abiertos, extremándose las medidas de higiene personal de quien consume, con lavado de manos previo y posterior a la manipulación de los productos y utensilios empleados».
El documento menciona específicamente las pipas de agua, cuya utilización compartida se encontraba prohibida durante las fases 1, 2 y 3 del Plan para la Transición hacia una Nueva Normalidad, y para las que ahora se pide extremar las precauciones durante su uso.
En cuanto a la relación entre fumar y la progresión del coronavirus, «la evidencia actual nos indica que fumar se asocia con su progresión negativa y con resultados adversos», asegura Sanidad, que hace suyo el mensaje de la OMS: «Hay una creciente evidencia de que el consumo de cigarrillos electrónicos produce efectos secundarios en los pulmones, corazón y vasos sanguíneos, y ello podría aumentar el riesgo de complicaciones severas por la Covid-19».
Hace unas semanas, algunos estudios científicos vincularon la nicotina con efectos beneficiosos respecto a la Covid. Sin embargo, el Ministerio de Sanidad expuso sus dudas sobre estas investigaciones y recordó que los fumadores tienen un riesgo 1,45 veces más alto de desarrollar los síntomas graves de la enfermedad.