Spray de aceite kosher en Gandesa

Un rabino verificó el pasado año en Gandesa el proceso de fabricación de un lote de aerosoles de aceite de oliva para una gran cadena de supermercados de Israel. Lo hizo en el Centre Empresarial Terra Alta, el vivero de empresas de la capital comarcal, donde una jovencísima empresa, Food Aerosols Spain, ha instalado su sede.

El contenedor de 79.000 aerosoles con la doble certificación kosher y passover(productos aptos para consumir durante la pascua Judía) ha sido su mayor operación comercial hasta la fecha, contrataron a cinco trabajadores durante un mes para afrontar el pedido y la buena acogida del envío les ha valido un segundo encargo de tamaño similar.

El cerebro de la empresa es David Cobos, nacido en Barcelona hace 46 años pero criado en L’Ametlla de Mar, donde cultivó la estima por las Terres de l’Ebre.

Gestor de una empresa del sector de la alimentación y la pastelería, ideó hace cuatro años un sustituto de huevo para los profesionales de la pastelería y pensó en envasarlo como lo hacen los italianos, en forma de aerosol. Contactó con una empresa toledana que trabajaba con este tipo de envases y más allá de la compra puntual sellaron un acuerdo por el cual Cobos adquiría la filial de la empresa dedicada a la alimentación, Food Aerosols Spain, dejando a la empresa madre como socio industrial.

¿Donde se instalaría? Cobos conocía a Gregori (Gori) Salayet, técnico de pastelería de Gandesa de la empresa Comercial Vigal, la primera en instalarse en el Centre Empresarial Terra Alta. «Gori actuó de ‘cicerone’. Me habló de las posibilidades y buenas condiciones del vivero de Gandesa y de la potencia agroalimentaria del entorno. Yo no podía dedicar el cien por cien de mi esfuerzo en la nueva empresa y me apoyé en él», cuenta Cobos.

En el vivero de empresas

En marzo de 2016 empezaron los trabajos de acondicionamiento de dos naves y un despacho del vivero y en setiembre arrancaba la producción.

Han cerrado el año con una facturación de unos 36.000 euros, que esperan elevar a 300.000 euros en 2017. Otro propósito es fijar la plantilla fija en tres trabajadores.

Food Aerosols Spain no fabrica los envases ni tampoco produce aceite de oliva, que adquieren a terceros. Se encargan del complejo proceso de envasado del aerosol en el que introducen el producto alimentario y un gas noble. «Hemos desarrollado con ingeniería propia maquinaría que evita el usos de gases inflamables -gas butano- en el aerosol. Es una novedad que nos concede una importante ventaja competitiva», relata.

Hasta el momento, sólo han producido para terceros pero la previsión es elaborar un catálogo de productos este mismo verano, además de una página web, donde promocionarán su gama de aerosoles alimentarios con marca propia. Además del aceite de oliva en spray, hasta el momento han elaborado un sustituto de huevo y un desmoldeante alimentario para los profesionales de la pastelería y aerosoles de otros tipos de aceite. «A corto plazo pensamos en colorantes alimentarios para pintar pastelería y en una espuma de mosto de garnacha para usos decorativo en los restaurantes».

Cobos admite que el uso del spray de aceite de oliva es incipiente en España y por eso fija la mirada en el mercado de Israel, como pasaporte al enorme mercado norteamericano, donde el empresario posee muchos contactos. «En Euopa tenemos mercado en el ámbito profesional pero en América hay muchísimo recorrido en el ámbito doméstico. Es nuestro ‘target’», sentencia.