Tarragona empieza a movilizarse por el retraso del tercer carril

Desde el Ayuntamiento ya se han comenzado los primeros contactos para crear un 'lobby' de presión y no se descarta salir a la calle para conseguir una respuesta por parte de Fomento

19 mayo 2017 23:59 | Actualizado a 20 mayo 2017 21:37
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La última información publicada esta semana, en la que la Plataforma per la Defensa d’un Ferrocarril Públic i de Qualitat (Pdf.Camp) denunciaba la posibilidad de que los trenes de velocidad alta no pasen por la estación de Tarragona ciudad, ha sido la gota que ha colmado la paciencia del Ayuntamiento de Tarragona. Desde el consistorio se afirma que ya se han dado los primeros pasos para crear un ‘lobby’ de presión del que participe el tejido empresarial y social del territorio.

La administración local afirma que los diversos toques de atención que se han lanzado en los últimos meses, no han obtenido respuesta alguna. Y no se descarta salir a la calle frente a la actitud de ‘desprecio’ que está mostrando el ministerio de Fomento.

El último contacto fue el pasado 18 de noviembre, cuando la titular de obras públicas estatal, Ana Pastor, estuvo en Tarragona con motivo de los 50 años del edificio del Gobierno Civil. Pastor tuvo un intercambio de palabras en el hall del edificio con los concejales Carles Castillo y Begoña Floria. Allí les aseguró que Fomento se pondría en contacto con el Ayuntamiento para firmar el protocolo con las exigencias locales en el proyecto. Casi tres semanas después éste no se ha producido.

 

Se inician los contactos

Mientras el área de Territorio del Ayuntamiento de Tarragona ya se reunió con representantes del Port de Tarragona, la Associació Empresarial Química de Tarragona (Aeqt) y la Generalitat. El objetivo es seguir sumando apoyos con la Cambra de Comerç, las patronales y los sindicatos, además de las plataformas en defensa del transporte público. «No me vale la excusa de que estamos desunidos. El problema es que no tenemos un interlocutor válido. Aquí ya hay un proyecto sobre el que estábamos todos de acuerdo», argumenta el concejal de Territori del Ayuntamiento de Tarragona, Carles Castillo. El edil socialista apunta también que se ha puesto en contacto con el presidente de la Cambra de Comerç de Tarragona, Albert Abelló, para reunirse en breve y abordar una estrategia común. El objetivo pasa por «crear una masa crítica desde el territorio y con la Generalitat», argumenta Castillo. Desde el consistorio se explica que las condiciones sine qua non para seguir apoyando el proyecto son dos. Por un lado, que se proporcione toda la información sobre las obras y los calendarios previstos. Potro, que se incluyan las contrapartidas exigidas y que «son totalmente razonables». «Tarragona está haciendo un esfuerzo muy importante, renunciando a que una generación de tarraconenses puedan ver acabada la Façana Marítima. Al menos que tengamos unas contraprestaciones, una exigencia de mínimos, como las pasarelas para llegar a la playa del Miracle», argumenta el concejal.

En un primer momento se buscará el apoyo de esta masa crítica para suscribir un manifiesto para el ministerio de Fomento. «El ultimátum está encima de la mesa y, por tanto, ya estamos empezando a trabajar con la idea de una movilización ciudadana. Van a escucharnos desde Madrid» manifiesta Castillo.

 

Mantener el diálogo

El Ayuntamiento afirma que mantiene la voluntad de diálogo con el Ministerio de Fomento y Adif. Por ello, el pasado viernes solicitó una reunión con el subdelegado del Gobierno para intentar obtener esta información que no llega desde Madrid.

El consistorio apunta que «es inaceptable» que la demora de más de un año, en las obras de instalación del tercer carril, pueda suponer que los convoyes de alta velocidad procedentes de Valencia o Barcelona pasen por la estación de Perafort. También tocará estar muy pendiente de los cambios que supondrá la liberalización del servicio, ya que si las compañías priorizan la reducción del tiempo de viaje entre Barcelona y Valencia, la estación de Tarragona ciudad quedaría relegada a los desplazamientos de corta y media distancia. Un papel segundón que también afectaría a los usuarios reusenses. Y es que, el tercer carril, con la interconexión de L’Arboç era la solución consensuada para lograr reducir el desplazamiento a Barcelona a 50 minutos, desde Tarragona, y en menos de una hora, desde Reus.

Las modificaciones en el proyecto inicial se introdujeron a instancias de las plataformas en favor del transporte público. Éstas fueron las responsables de conseguir que, lo que en un primer momento sólo era una solución para la salida con ancho europeo de las mercancías, también se convirtiera en una oportunidad para los viajeros. Sólo falta definir el punto en el que la línea de costa, con el tercer carril, conectará con la del alta velocidad Madrid- Barcelona. Sobre este aspecto hay la única divergencia con la Generalitat, que apuesta por Vilafranca, en contra de la opción de L’Arboç.

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