Tenerife, destino ideal para renovarse

19 mayo 2017 16:14 | Actualizado a 24 diciembre 2019 23:21
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Viajar supone introducir una bocanada de aire fresco en nuestras vidas para renovarnos. O eso afirmó la periodista española, especializada en turismo, Mayte Suarez Santos. Y razón no le faltó. Por ello, se antoja plantearnos la siguiente cuestión: ¿qué lugar es el ideal para lograr dicho fin? La respuesta podría encontrarse en una de las islas canarias. Más concretamente aquella que alberga al Teide: Tenerife. Un paraíso que se posiciona como uno de los destinos turísticos más punteros del territorio español. 

En este sentido, los hoteles de Tenerife disfrutan del gozoso sector turístico que se encuentra constantemente en plena ebullición, principalmente por la atracción que ejerce España para los viajeros. Millones son los turistas o viajeros que califican a esta isla como un destino ideal, sin olvidarse ni desprestigiar a Canarias en su generalidad. Pero, ¿por qué resulta especial la isla de Tenerife? Para contestar a dicha pregunta es necesario impregnarse de su esencia. Una estancia allí durante algunos días es sinónimo, indudablemente, de bienestar. Su generoso clima, la impactante imagen del Teide, sus distinguidas playas de arena negra, así como el resto de paisajes y su particular gastronomía lo verifican. Cierto es que la montaña volcánica es lo más visible y reconocido a nivel mundial de esta isla.  

No obstante, la magia y belleza tinerfeña se encuentra en su ámbito meteorológico. Un clima, caracterizado por su calidez incluso durante el periodo invernal. Todas aquellas personas que elijan esta isla tendrá la oportunidad de disfrutar de un clima subtropical, al mismo tiempo que de playas muy peculiares. Mientras que algunas de éstas están situadas al norte, y la tradicional Playa de las Teresitas en Santa Cruz de Tenerife, la capital isleña, la mayoría se concentran en el sur. Es en dicha zona donde se encuentran diversos hoteles internacionales, posicionados alrededor de las playas de los Cristianos y de las Américas. Al margen, también destaca El Médano, lugar algo más alejado del núcleo urbano que contiene una larga y amplia playa que está dividida en tramos. La gente acude tanto para bañarse como hacer windsurf o kite, y tiene la posibilidad de contemplar la Montaña Pelada. Un viejo volcán que es un claro ejemplo de que este litoral cuenta con una gran riqueza paisajística. 

En este sentido, cabe destacar varios parajes de la isla. Por un lado, la población de Garachico, cuyo núcleo todavía conserva buena parte de su arquitectura histórica (el municipio quedó arrasado en 1706 tras la erupción del volcán de Trevejo). Por otro, El Sauzal, localidad en la que se encuentra el imponente Mirador de la Garañona, donde la desprotección es la sensación dominante. Consecuencia, sin duda alguna, de los inclinados acantilados de 200 metros que chocan de forma constante contra la fuerza del mar. En el mismo noroeste de la isla, se puede ir al barrio pesquero de El Pris, en la localidad de Tacoronte.  

Pero, por encima de todo, el corazón y emblema de esta isla reside en el Teide, la montaña en torno a la que se articula la vida de Tenerife. Gracias a sus 3.718 metros de altura es considerada el pico más alto de toda España. A su vez, es el mayor volcán de todo el Atlántico, además de ser Parque Nacional, Monumento Natural y Patrimonio de la Humanidad.  

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