Trump endurece la retórica en política migratoria en sus 100 primeros días

Bajan los intentos de entrada de indocumentados, las detenciones en la frontera y las deportaciones, pese a que las amenazas del presidente no han ido acompañadas de acciones concretas

19 mayo 2017 15:28 | Actualizado a 19 mayo 2017 15:28
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El endurecimiento de la retórica en inmigración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha marcado los primeros 100 días de su política migratoria, según varios expertos. Especialistas en inmigración explican que la dura narrativa contra la inmigración ha caracterizado el inicio de la presidencia de Trump más que las acciones concretas, ya que las detenciones en la frontera, las deportaciones y los intentos de entrada de indocumentados al país disminuyeron.

«La parte más crítica del mensaje de la Casa Blanca desde el principio es que la política migratoria va a ser una prioridad, a diferencia de lo que ocurría con Obama», considera Julie Myers Wood, que dirigió la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) durante parte de la presidencia de George W. Bush.

Myers Wood afirma que el mensaje a los inmigrantes por parte del actual Gobierno es «fundamentalmente diferente» y es «demasiado agresivo e inapropiado» aunque efectivo en su finalidad, ya que ha provocado una disminución en el número de intentos de entradas al país de indocumentados y de detenciones en la frontera y de deportaciones.

Según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), las detenciones en la frontera con México en el primer trimestre de 2017 han disminuido por primera vez en 17 años.

Desde el año 2000, las detenciones habían aumentado, pero este año bajaron un 40% de enero a febrero y otro 35% de febrero a marzo, y un total de un 25% en relación con el mismo periodo del año anterior.

Freno al muro

Desde el inicio de la presidencia del magnate, el Gobierno aprobó dos órdenes ejecutivas contra países de mayoría musulmana que vetaban también la entrada de refugiados al país –aunque fueron frenadas por los tribunales–, ordenó la construcción de un muro con México para controlar la entrada de indocumentados -cuya construcción no ha comenzado– y prometió más presupuesto y agentes de inmigración.

Precisamente el polémico muro en la frontera con México se cayó el lunes, cuando durante una cena con medios conservadores, Trump anunció que dejaría su construcción para septiembre. En su estilo, embistió por Twitter contra quienes le reprocharon que ha cambiado de posición. «¡No te dejes engañar por los falsos medios!», bramó. «El muro se construirá, frenará el paso de drogas y el tráfico humano».

Imprevisibilidad

Trump se ha adentrado en el complejo entramado de relaciones exteriores de EEUU con el aparente objetivo de esquivar cualquier doctrina y la convicción de que ser impredecible es su mejor arma, un enfoque que ha irritado a sus rivales y desconcertado a sus aliados tradicionales.

El lema «Estados Unidos primero» que marcó la campaña electoral de Trump ha tenido reflejos en sus 100 primeros días en el poder, pero su agresiva pose ante Siria y Corea del Norte ha impedido confirmar el aislacionismo como un rasgo definitivo de su doctrina.

Trump también ha debilitado la diplomacia en favor de la fuerza militar, al recortar fondos y privar de personal al Departamento de Estado, con un aparente desdén por las estrategias a largo plazo que encaja con su tendencia a buscar relaciones transaccionales y victorias rápidas.

Tampoco ha hecho ningún viaje al extranjero, y su desinterés por salir de Estados Unidos contrasta con el estreno en la presidencia de Barack Obama, quien visitó nueve países en sus primeros 100 días, y George W. Bush, que se desplazó a México y Canadá.

«Es muy difícil discernir una doctrina de Trump. No hay ninguna certeza, nada predecible», afirma el analista Michael Shifter, presidente del centro de estudios Diálogo Interamericano.

«Parece que Trump lo prefiere así, para mantener a todo el mundo en vilo. Eso puede ayudarle con los adversarios de EEUU, pero no es útil para tranquilizar a sus aliados», añade.

Músculo militar

En suma, Trump ha capitalizado políticamente en sus primeros 100 días en la Casa Blanca la mano dura en defensa, mientras que intenta ampliar el aparato militar a niveles récord en tiempo de paz, pero sin una estrategia clara.

Trump ha sacado músculo militar frente a Corea del Norte con el despliegue en Corea del Sur de un sofisticado sistema de misiles y el envío a la zona de un portaaviones, su grupo de ataque y un submarino nuclear.

Pero su administración ha sido criticada por no ser clara a la hora de establecer una estrategia para conseguir que Corea del Norte, un país con una economía similar a la de Haití y apoyado por China, abandone sus ambiciones nucleares.

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