Un vaso de colillas, una hora de kayak gratis

Alrededor de cincuenta personas se han sumado a la iniciativa que ha impulsado TGNautica Kayak en la playa de La Móra

31 agosto 2019 16:20 | Actualizado a 02 septiembre 2019 14:22
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TGNautica Kayak ha revolucionado la playa de La Móra. Esta compañía tarraconense impulsaba este verano una campaña que regala una hora de navegación en kayak gratis entre aquellos bañistas que recojan un vaso de colillas de cigarrillo. «Pensamos que debíamos hacer algo para concienciar a la gente que nos permitiera aportar nuestro granito de arena», argumenta Arnau Micheo.

La idea surgió a través de Instagram. Vieron que había un chiringuito que regalaba una consumición entre los que lo hacían. «No me acuerdo muy bien donde era, pero consideramos que era una buena idea», añade. Así que a principios de verano colgaron un cartel en la base náutica y poco a poco la gente se ha ido involucrando. «Tampoco creemos que al principio la gente viniera adrede a La Móra para hacer una hora de kayak, a lo mejor ahora que ya se ha dado a conocer sí», sigue explicando.

Desde que abrió la base náutica a principios de verano alrededor de cincuenta personas se han sumado a la iniciativa. La cifra ha ido in crescendo y, dado que en cada vaso caben entre setenta y cien unidades, sus impulsores calculan que habrán contribuido en recoger unas cinco mil colillas durante este periodo. Unos datos que hace que sus impulsores se sientan «sorprendidos» y que les anima a pensar ya en una nueva campaña de cara al año que viene.

Implicar a la gente

Micheo se pasa largas horas en la playa y el mar. Asegura que los restos de cigarrillo son el residuo más presente. «Junto con los plásticos te los encuentras por todas partes y al menos si ha servido para implicar a la gente ya ha valido la pena», añade.

Aina tiene nueve años. Junto con su hermana Maria, la madre Montse y la prima Carolina avanzan por la orilla de la playa con un vaso de plástico y un guante. Exploran y se llevan cada pequeño residuo. «Nos encontramos un día unas gafas y las llevamos al puesto de Creu Roja. Allí vimos el cartel y el primer día hicimos una hora de paddel surf», explica Aina.

Cinco minutos. Es el tiempo que aseguran que tardaron en poder llenar el vaso. Y la experiencia les gustó tanto que el viernes repetían. «Hoy ya venimos con guantes, un vaso de plástico y la crema solar», aseguraba la madre quien puntualizaba que «ya hemos venido al mediodía, cuando habrá menos gente y con media hora ya tenemos suficiente».

Esta familia de La Riera de Gaià mostraba los desperdicios recogidos: restos de petardos, chapas de botellas, una pulsera de cordón y decenas de colillas. «Mucha gente no le da importancia, pero al final se acaba convirtiendo en una montaña de residuos. Hay quien se cree que esto es un vertedero», lamentaba la madre.

Carolina vive en La Móra. Se mostraba «muy satisfecha» de poder contar con la ayuda de su tía y de sus primas en este empeño para dejar la playa más limpia. «Debemos ser conscientes de que todos somos responsables de que esto esté limpio», manifestaba. Los bañistas no podían dejar de mostrar su curiosidad delante de una imagen que cada vez se está convirtiendo en algo frecuente.

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