Una de cada cuatro familias se podría quedar sin casa

Una emergencia con un inicio de naturaleza eminentemente sanitaria se ha convertido en solo unas semanas en una crisis de hondo calado social

04 junio 2020 17:12 | Actualizado a 04 junio 2020 17:20
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Una de cada cuatro familias puede verse obligada a tener que abandonar su vivienda, por desahucio o por tener que buscar otra con costes aún más reducidos, ya que el incremento del desempleo entre las personas en riesgo de exclusión entre febrero y abril es ocho veces superior al de la población general.

Según el informe "La crisis de la covid-19. El primer impacto en las familias acompañadas por Cáritas", basado en 600 entrevistas a mayores, del 4 al 11 de mayo, una emergencia con un inicio de naturaleza eminentemente sanitaria se ha convertido en solo unas semanas en una crisis de hondo calado social.

En la población atendida por Cáritas, la tasa de desempleo ha aumentado 20 puntos, ocho veces más que en el resto de trabajadores.
"El impacto de la crisis en los ingresos de los hogares ha sido de tal envergadura que ha provocado que tres de cada diez hogares no dispongan de ningún ingreso"; unas 450.000 personas no ingresan ni un solo euro en estos momentos, un incremento del 136 %, explica el informe.

Este estudio desvela que esta nueva crisis no está siendo igual para todos y que "son los más frágiles quienes ven cómo más rápidamente y más intensamente empeoran sus condiciones de vida o, en la mayoría de los casos, se hunden, al perder el empleo y los exiguos ingresos disponibles".

Las familias con ingresos han visto cómo estos se reducían un 33 % desde el inicio de la crisis, principalmente por la caída del empleo y de los empleos informales que las familias utilizan como estrategia de supervivencia, que se han visto reducidos un 71 %.

Así, la pobreza severa (menos de 370 euros para una persona y menos de 776 euros para dos adultos y dos menores de edad) se ha incrementado un 30 % y alcanza en estos momentos a un millón de personas entre las familias que Cáritas está acompañando.

Esta notable reducción de los ingresos provoca graves consecuencias añadidas en las familias, como la imposibilidad de llevar una dieta adecuada (50 %) o comprar medicamentos (20 %).

Además, la crisis de la COVID-19 y las medidas de confinamiento han provocado un aumento de los conflictos en un 19 % y la imposibilidad de compatibilizar el trabajo con el cuidado de hijos: un 18% de los hogares con menores de edad ha tenido que renunciar a un trabajo para hacerse cargo de sus hijos.

En uno de cada tres hogares ha bajado el rendimiento escolar; más de 200.000 personas que residen en el 14 % de los hogares acompañados por Cáritas no cuentan con conexión a internet y cerca de la mitad (46 %) no tiene habilidades para realizar trámites administrativos por esta vía. 

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