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El conductor de la furgoneta que en la madrugada de ayer introdujo a 52 inmigrantes en Ceuta tras asaltar a toda velocidad la frontera del Tarajal, esperaba por la tarde ser puesto a disposición judicial. Los pasajeros eran 34 hombres, 16 mujeres y dos niños, uno de seis años y otro de cinco meses acompañados de sus madres, todos ellos del África subsahariana. Cuatro de estas personas tuvieron que ser trasladadas al hospital. El resto fueron llevadas al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI).
Según fuentes policiales, el detenido es un marroquí que puede ser acusado de un presunto delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, así como de un presunto delito de atentado contra la autoridad por su entrada violenta por el paso fronterizo.
El conductor fue identificado como M.R.E.A., de 38 años.
El conductor violentó la frontera con la furgoneta y continuó la marcha unos cien metros más, hasta que fue finalmente interceptado en el cruce que conduce al Hospital Universitario de Ceuta por las patrullas de la Guardia Civil, que pudieron detenerle.
La acción violenta de ingreso de inmigrantes con este sistema es la segunda que se produce este año en Ceuta, ya que el pasado día 28 de mayo otro conductor kamikaze asaltó la frontera con siete inmigrantes subsaharianos en su interior, y empotró posteriormente el vehículo contra una furgoneta y la fachada de una vivienda. En ese incidente resultó herida de gravedad una de las mujeres inmigrantes que estaba escondida en el salpicadero del vehículo. A la mujer se le tuvo que amputar una pierna, y además tuvo que ser atendida por fracturas de costillas y de las vértebras, por el fuerte impacto. El conductor del vehículo consiguió darse a la fuga y no pudo ser detenido.
La Delegación del Gobierno en Ceuta confirmó a Efe que las puertas contra las que impactó la furgoneta habían sido colocadas a mediados de octubre, dentro del proyecto de «frontera inteligente» puesto en marcha por el Ministerio del Interior.
La Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) ha pedido el cese de la delegada del Gobierno en Ceuta, Salvadora Mateos, por su «incapacidad» para buscar medidas de seguridad que eviten poner en riesgo «la vida» de los guardias civiles en la frontera del Tarajal.
