Urdangarín tira la toalla y asume que irá a la prisión

Su abogado descarta solicitar el indulto e insinúa que no recurrirá al Constitucional en busca de una improbable suspensión de condena

15 junio 2018 07:51 | Actualizado a 19 junio 2018 18:14
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Iñaki Urdangarin no va quemar sus últimos cartuchos para retrasar su ingreso en prisión o interrumpir la ejecución de condena hasta dentro de unos meses.

Su abogado, Mario Pascual Vives, por primera vez reconoció públicamente ayer que ya no hay nada que hacer para evitar que su cliente pase una buena temporada entre rejas. El letrado descartó casi al cien por cien embarcarse en maniobras procesales para intentar forzar la excarcelación de su defendido.

No habrá petición de indulto y, muy probablemente, tampoco recurso ante el Tribunal Constitucional en busca de una casi improbable suspensión de la entrada en prisión. 

Pascual Vives dijo ver «muy difícil» presentar un recurso de amparo ante la corte de garantías que pueda prosperar. El letrado insistió en que el Constitucional tiene un «filtro muy limitado» y que solo es esperable conceder un amparo cuando ha habido «algún tipo de vulneración de derecho constitucional a lo largo del proceso».

Y admitió que durante el ‘caso Nóos’ -con la sentencia de la Audiencia de Palma en primera instancia con una condena de seis años y tres meses para Urdangarin y luego la casación en el Supremo reduciendo la pena a cinco años y diez meses- no ha habido irregulares. 

El letrado, no obstante, recordó ayer que todavía tiene 30 días para presentar un recurso ante el Constitucional

A «día de hoy», apuntó, en declaraciones a la cadena Cope, hay «muy poco margen para poder sostener con rigor que haya habido una vulneración de un derecho constitucional» durante la casi una década que ha durado este proceso judicial. El artículo 56 de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional deja claro que, de forma general, «la interposición del recurso de amparo no suspenderá los efectos del acto o sentencia impugnados».

No obstante, este mismo precepto abre la puerta a «la suspensión, total o parcial» de los efectos de «la sentencia impugnada» cuando la ejecución de la condena «produzca un perjuicio al recurrente que pudiera hacer perder al amparo su finalidad». 

Esa posibilidad es remota, ya que la corte no suele paralizar los ingresos en prisión de personas condenadas a más de cinco años (Urdangarin lo ha sido a cinco años y diez meses) y solo hace uso de esta prerrogativa para casos muy excepcionales o por motivos humanitarios. El letrado, no obstante, recordó ayer que todavía tiene 30 días para presentar un recurso ante el Constitucional y tiene, por tanto, «mucho tiempo» aún para meditar sobre esa opción, por muy remota que sea.                      

Según Pascual Vives, el marido de Cristina de Borbón ha recibido la sentencia del Supremo por los delitos de malversación, prevaricación, fraude, dos delitos fiscales y tráfico de influencias con «entereza y estoicismo».

A solo unos días de que el lunes cumpla el plazo para su ingreso en prisión, el Ministerio del Interior intensifica los contactos con el entorno del condenado para acordar su ingreso en una cárcel en la que su llegada no provoque el vaciamiento de módulos completos por motivos de seguridad.             

Las prisiones de Zaballa, Segovia, Aranjuez, Brieva o Mahón son las preferidas por Instituciones Penitenciarias, pero la decisión será de Urdangarín.

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