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El promotor de la acción disciplinaria del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) decidió ayer incoar una diligencia informativa al titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 7 de Madrid, Francisco Javier Martínez Derqui, tras la queja presentada el miércoles por una víctima de violencia de género, después de que en la grabación que se ofrece a las partes una vez terminado el proceso se escuchara al magistrado referirse a la mujer con los insultos «bicho» e «hijaputa».
El CGPJ asegura que toma esta decisión después de que la víctima denunciara al magistrado por falta de imparcialidad, animadversión y un posible delito de prevaricación.
La mujer, la modelo María Sanjuán, tenía una valoración policial de riesgo extremo en sus denuncias.
El magistrado instruye los procedimientos civiles y penales derivados del divorcio y de las dos denuncias presentadas por malos tratos psicológicos por amenazas y coacciones contra el exmarido de la mujer, el empresario Josué Reyzábal.
En el vídeo grabado por el Juzgado en la sala de vista, el juez se refiere a Sanjuán como «bicho» e «hijaputa». También pronuncia otros comentarios despectivos hacia la víctima: «Y verás el disgusto que se va a llevar la María Sanjuán cuando vea que tiene que darle los hijos al padre, estará por la noche en el Sálvame poniéndome de vuelta y media».
Esta conversación se produjo una vez concluida la vista de la demanda de divorcio para decidir las medidas sobre la custodia de los hijos, dos niños de 21 y 10 meses. La cámara de seguridad, cuyas imágenes hizo públicas la Cadena Ser, continúa grabando porque alguien se olvida de apagarla. En la charla participan también la fiscal y la letrada de la Administración de Justicia.
«Desde que ha dejado al ‘bicho’, el otro ha rejuvenecido», le dice el juez a sus interlocutoras. En la charla también dudan del motivo por el que María Sanjuan no asistió a la vista y cuestionan que tuviese que ser ingresada la noche anterior en urgencias del Hospital la Princesa de Madrid por un fuerte ataque de pánico tras conocer que le acababan de retirar la orden de protección. La letrada asegura que «todo está preparado» por parte de ella y el juez responde: «Sí, qué hijaputa».
La denunciante ha recusado al magistrado por «falta de imparcialidad» y «enemistad manifiesta», lo que la fiscal y la letrada de la Administración de Justicia han aceptado y han dejado el caso, mientras que el juez ha presentado un escrito y será la Audiencia Provincial de Madrid la que decidirá si lo aparta o no del mismo.
«Lo único que puedo decir es que es una conversación privada que se ha grabado indebidamente, una conversación fuera de mi actuación jurisdiccional, que se produce en un espacio cerrado y de la que se está haciendo un uso indebido», declaró el juez Martínez Derqui a la Ser.
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, aseguró que las palabras del juez le producen «una profunda tristeza y un poco de rabia interior». Marlaska señaló que aunque la conversación se produjo en un ámbito privado, «lo único que me indica es que todavía tenemos mucho por hacer». Asociaciones feministas mostraron su rechazo a las palabras de Martínez Derqui y el PSOE, a través de su portavoz en el Senado, Ander Gil, calificó la actitud del juez como «absolutamente reprobable e inadmisible».
