Fue, sin lugar a dudas, uno de los momentos más emocionantes de la noche. Jesús Vidal salía por segunda vez al escenario del Palacio de Congresos y Exposiciones de Sevilla pero ya no lo hacía para entregar un premio, sino para recoger el Goya al mejor actor revelación por su papel de Marín en 'Campeones'. Visiblemente emocionado, Vidal aseguraba que al verse galardonado le habían venido tres palabras a la cabeza: "Inclusión, diversidad y visibilidad".
El actor, que tiene una discapacidad visual aunque en el filme de Javier Fesser se ha puesto en la piel de una persona con discapacidad intelectual, realizaba uno de los discursos más largos de la gala. Unas palabras que fueron muy aplaudidas por el auditorio. Dijo Vidal que fue un reto interpretar a un personaje como Marín puesto que el venía del mundo del teatro: "El cine me ha enamorado y espero que este idilio siga muchos años más.
Mira el vídeo íntegro del discurso de Jesús Vidal:
No fue el único momento mágico de la noche. Rosalía ya había avisado de que su actuación iba a ser "personal y arriesgada". Y vaya si lo fue. La cantante catalana sorprendió a los presentes con la reinterpretación de un clásico de Los Chunguitos, 'Me quedo contigo'. Y se quedó con todos. Acompañada por el orfeón catalán y por el productor de 'El mal querer', El Guincho, la joven cambió el ritmo de la canción original por una cadencia más lenta que le permitió exhibir su enorme registro vocal. La puesta en escena, con Rosalía vestida de rojo, sobre un fondo negro con alguna que otra luz roja, fue la guinda a una actuación sobrecogedora.
Menos mística fue la reinterpretación que ejecutaron sobre el escenario Amaia, Rozalen y Judith Neddermann de los temas nominados a la mejor canción original, aunque dio para una de las anécdotas de la noche. Amaia salió al escenario y cortó en seco la música. Al parecer la claqueta que debía sonar en su pinganillo para entrar a tiempo, no funcionó, así que pidió que la música empezara desde el principio.