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El exresponsable de Orange Market Álvaro Pérez, ‘El Bigotes’, manifestó ayer que el presidente del PP, Pablo Casado, que dice que «es la regeneración», debería saber que aún «tiene mucha mierda en la mochila», y que el eurodiputado Esteban González Pons es «uno de esos gusanos que saben mantenerse en la manzana por los años de los años».
‘El Bigotes’, quien compareció por videoconferencia desde prisión en la comisión de Les Corts que investiga la contratación de la Generalitat con la trama investigada en la operación Taula, del caso Imelsa, dijo que el expresidente Francisco Camps fue quien le invitó a ir a Valencia a trabajar para el PP cuando era su «amiguito del alma». Según dijo, el exconseller González Pons «vive de maravilla todavía», aunque «miente como un bellaco», pues uno de los hombres que trabajan con Francisco Correa, José Luis Ulibarri, «era socio» del actual eurodiputado del PP en «algunas cuestiones», e indicó que este «puede estar preocupado» por lo que sabe de él.
Pero El Bigotes también se dirigió a uno de los cómicos más conocidos de la televisión española: "Quería pedirles un favor a esos medios y a ustedes, es algo que piensa casi toda España pero no tiene la posibilidad de hacerlo. Con cariño y respeto, con mucho humor, me quería cagar en la puta madre de Wyoming, estoy harto de que me saque en la tele".
Y Wyoming, no ha tardado en responder:
También se refirió al exconseller Juan Cotino, un «tipo» del que le «incomoda bastante» hablar, pero del que dijo que «hacía lo que le daba la gana» y «quería ser Dios» pero «no estaba a la altura», y añadió que por él «pasaba todo, absolutamente todo, lo confesable y lo inconfesable». «Es un tipo deleznable, es amigo del sheriff este que va con boina por la calle y que se tapa con la carpeta», añadió en alusión al comisario Villarejo. Avanzó que tiene «mucho que hablar» de Juan Cotino, pero que lo hará en la pieza del caso Gürtel sobre la visita del papa a Valencia en 2006.
Costa, «un camarero» de Camps
De Francisco Camps afirmó que era «absolutamente consciente, y conocedor y sabedor, pero absolutamente, cien por cien» de cómo se financiaba el partido en la Comunidad Valenciana a través de contrataciones de las consejerías.
Aseveró que Orange Market nunca decidió «cómo se cobraban» esos contratos, sino que siempre eran «las consellerias, las direcciones generales, el PP», quienes les decían cómo tenían que cobrar a través de «intermediarios», como Ricardo Costa, que era «un camarero» y recibía «órdenes» de Camps.
A su juicio, los políticos valencianos eran «mentirosos, cobardes, deleznables, pero jamás ninguno de ellos» le pidió «ningún céntimo» ni nada «para ellos ni para nadie», a diferencia de lo que le ocurrió a Francisco Correa, al que «le han sacado las tripas en Madrid». Dijo que el primer acto que se le dio a Orange Market en Valencia fue de González Pons, quien formaba parte de la «guardia pretoriana» de Camps, junto a los consejeros Gerardo Camps, «su santidad Juan Cotino, y alguno más».
Cobardía
‘El Bigotes’ sostuvo que los contratos que le daban a Orange Market al margen de los actos del PP era gracias a su «súplica» y su «llanto», pues había empresas «a las que les daban cien concursos al año», como Engloba, y a él «dos o tres». «Los contratos, en mi caso, se daban a dedo», dijo Pérez, quien opinó que ocurriría lo mismo con las otras empresas.
A su juicio, «la cobardía lleva a ser un desmemoriado casi siempre», como cuando Camps dice que estuvo en su boda porque «pasaba por allí», y consideró que muchos políticos deberían hacer «un repasito de chapa y pintura» a su honradez.
