Volver a los cines es una experiencia insustituible

Crónica. Cristopher Nolan reactiva la actividad de las 
salas colocando su nueva película, ‘Tenet’, a la cabeza de las más vistas en España

30 agosto 2020 10:10 | Actualizado a 30 agosto 2020 10:58
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Cuando se decretó el estado de alarma, los cines, como cualquier otro negocio no esencial, cesaron su actividad. Sin embargo, ya hace tres meses que la mayoría de salas abrieron sus puertas y muchos de nosotros aún no habíamos vuelto a entrar en una.

Hay dos motivos que han separado al público de la gran pantalla durante este tiempo. El primero es un desconcierto sobre la seguridad de estar en una habitación cerrada con más personas durante un largo periodo de tiempo. El segundo, sin duda el más relevante, es una pobre oferta de cartelera debida a la escasez de estrenos. Una de las excepciones fue Padre No Hay Más Que Uno 2. La película de Santiago Segura consiguió una gran afluencia y acogida del público, según asegura Samuel Bolaños, director de comercialización de Cine Yelmo. Cuando el director de Torrente decidió estrenar su película muchas voces pronosticaban un batacazo catastrófico, sin embargo, consiguió demostrar todo lo contrario, que la gente tenía ganas de volver al cine.

Ahora, semanas después de aplazamientos e incertidumbres, ha sido el turno de Christopher Nolan quien ha estrenado su último proyecto de forma escalonada. España ha sido uno de los países pertenecientes a la primera tanda de estrenos. Varios países asiáticos, Francia o Alemania han sido otros de los lugares en los que la proyección se ha realizado antes que en Estados Unidos, a donde llegará la semana que viene.

Si algo no se le puede reprochar al director británico es que atrae a mucho público. El autor de Dunkerke ha conseguido establecer su nombre dentro del imaginario colectivo, lo que es una rareza actualmente. Prueba de ello es el ciclo que realizó Yelmo Cines de forma previa al lanzamiento de su última obra. Bajo el nombre Esperando a Nolan el cine proyectó Dunkerque, Interestellar y Origen, atrayendo una cantidad notable de público. Es por eso que era de esperar que Tenet consiguiera ese empujón definitivo que las salas de cine necesitaban. Minutos antes del inicio de la proyección, las colas en taquilla se asemejaban a las que pudiera haber hace un año en la misma sala. Sin embargo hay muchas cosas que han cambiado. Los vendedores te atendían detrás de una pantalla y había dispensadores de gel hidroalcohólico en la barra y la entrada a la sala. Al entrar también hay algo que es diferente, aquel mítico rasgar de tu ticket es sustituido ahora por una lectura digital de un código de barras. Este es quizás el detalle que más les duela a los nostálgicos y a los puristas.

Al acceder a ella, la sala está espaciada pero no vacía. La gente se agrupa por parejas dejando la misma distancia de butacas entre la siguiente, y el mismo hueco delante y detrás. Es extraño que lo que es una medida extraordinaria genera una sensación de intimidad que en muchas otras proyecciones hubiera deseado. Los avisos previos a la proyección hacen presente esta nueva etapa en la que se encuentran los cines. A aquellas recomendaciones para apagar el móvil y mantener silencio se les unen las del uso de la mascarilla y la distancia social. Aunque es obligatorio el uso de la mascarilla, en la sala se sigue pudiendo comer, aun así la distancia y la ventilación generan seguridad suficiente. Eric Blanch, gerente de Yelmo Cines, asegura que «no ha recibido ninguna queja acerca de la seguridad».

Esta semana se han unido el estreno de Tenet con el de Nuevos Mutantes, una película maldita que parecía que jamás vería la luz. La afluencia de estas proyecciones demuestra que la gente quiere volver al cine. Muchos pronostican su final a favor de las plataformas de streaming, aferrándose a estrenos como el de Mulan. Pero realmente ir al cine es una experiencia que va más allá de ver una película. Si las distribuidoras dejan ir sus obras, el público responderá.

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