El Tiempo
Estado Carreteras
Whatsapp
Encuesta
Directorio Empresas
El viernes acabó su vida física (ahora será digital y supongo que colgará de la nube), el Libro de Familia. En el librito figuraban el matrimonio y los hijos, ocho en el caso de mis padres.
Un día fueron en coche a recoger a uno de sus hijos que estaba en Lourdes, pero se olvidaron el libro en Ivars. Solo mi padre pudo cruzar la frontera. Mi madre y mi hermana Maria Carmen les esperaron en Les.
El documento coetáneo más utilizado era el Carnet de Familia Numerosa, sobre todo en el tren, donde los niños no pagaban hasta cierta edad. El revisor, mirando a uno de mis hermanos, preguntó a mi padre: «¿Cuánto años tiene?» Al responder él, mi hermano protestó que tenía uno más. El revisor, comprensivo, se limitó a decir a Xavier: «No comprometis maco».
