Algún día lo solucionarán...

Lo que debería ser un viaje relámpago de ida y vuelta entre Tarragona y Valls '18 kilómetros, recuerdo' termina prolongándose durante casi hora y media

19 mayo 2017 22:19 | Actualizado a 22 mayo 2017 14:38
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Viernes por la mañana. Lo que debería ser un viaje relámpago de ida y vuelta entre Tarragona y Valls –18 kilómetros, recuerdo– termina prolongándose durante casi hora y media. 36 kilómetros en total que recorridos a 120 kilómetros por hora deberían implicar 18 minutos de reloj. Pongamos que salir de Tarragona cueste 10 minutos, y que nuestro breve recorrido por la capital del Alt Camp nos lleve 10 minutos más. Resultado:todo el periplo debería quitarnos 38 minutos, a lo sumo. Y, en pleno 2015, no me parece que circular a 120 kilómetros por hora sea mucho pedir. Máxime cuando hablamos del trayecto que conecta a una capital de provincia con una de las principales poblaciones de su entorno –demográfica e industrialmente– y de la puerta de entrada natural para quienes provienen de dos focos emisores tan potentes como Aragón o Madrid. Supongo que por todo eso, porque lo que pedimos no es tan caprichoso, han proyectado la A-27. Y supongo que por eso algún día dejarán de reírse en nuestra cara y la inaugurarán.

Domingo por la tarde. La mentirijilla de autovía A-7 deja de serlo en La Mora y a partir de ahí y hasta la entrada de la autopista AP-7 en Torredembarra es de un solo carril. Se forma una kilométrica cola en sentido norte. Otra casi peor en sentido sur, para quienes vienen de Creixell, Roda y demás y quieren también acceder a la AP-7. Y, por último, se colapsa también la salida de la propia Torredembarra. Un domingo sí. Y otro también. Y así todo el verano. Y el verano pasado. Y el que viene. Supongo que también en esto algún día dejarán de reírse en nuestra cara.

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