Nuestros corazones hace tiempo que se han endurecido con un enorme callo ante el constante bombardeo de noticias sobre atentados terroristas, en los puntos más diversos del planeta, que prácticamente a diario acaban con la vida de cientos de personas. La lejanía de estas crueles acciones y el hecho de que se hayan convertido en casi cotidianas provoca un efecto de desconexión e indiferencia que hacen que pasen ante nuestros ojos casi sin que nos demos cuenta. Pero, por desgracia, siempre ocurre algo que activa nuestra empatía y ese punto de sensibilidad que nunca deberíamos perder. Este martes, un grupo talibán asesinaba a 132 estudiantes y nueve profesores en un asalto a un colegio de Pakistán, en una cruel acción terrorista nunca vista en este país asiático. Los terroristas irrumpieron en la escuela, donde estudiaban hijos de personal del Ejército, y dispararon contra los estudiantes de forma indiscriminada. La barbarie terrorista, en su estado más puro, se cruzaba en las vidas de estos niños y adolescentes pakistaníes para arrebatarles de un balazo su tesoro más preciado. Desde entonces no paro de hacerme preguntas. ¿Qué puede pasar por a cabeza de una persona que es capaz de matar a decenas de niños inocentes?, ¿Qué hace que estos terroristas lleguen a acumular tal cantidad de odio en sus venas para ser capaces de perpetrar estos actos?, ¿Qué provoca la interpretación radical del Islam por parte de una minoría de sus practicantes? , ¿Existe, realmente, alguna manera de acabar con estas masacres? Y lo peor de todo es que no encuentro respuestas.
Barbarie terrorista
Nuestros corazones hace tiempo que se han endurecido con un enorme callo ante el constante bombardeo de noticias sobre atentados terroristas
19 mayo 2017 23:55 |
Actualizado a 20 mayo 2017 21:40
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