Campaña de la renta. Si te pagan 2.000 euros, eres un mileurista

Ahora empieza el plazo de declaración del IRPF así que he cogido el lápiz y he hecho cuatro sumas y restas. Nada del otro mundo, pero si ustedes me siguen, verán que el viernes de pasión fiscal en este país dura todo el año. 
Veamos: si su empleador le paga 2.000 euros,  el estado se le queda directamente alrededor de 600 para pagar la cuota de la Seguridad Social y otros conceptos de Recaudación Conjunta (Enfermedad, Desempleo, Formación…)

Así que a usted le quedan de momento unos 1.400 euros, que sería su salario bruto, pero espere: de esos 1.400 se le descuentan unos 166 de retención a cuenta del IRPF; y 70 más de contingencias comunes y otros 24 de nuevo para formación y desempleo.

Tenemos menor presión fiscal que los países más avanzados, cierto pero ¿obtenemos las mismas prestaciones?

Así que ahora sólo le quedan de los 2.000 euros que pagó el empresario por usted unos 1.200 euritos. ¡¡¡Ya casi es usted mileurista!!!

Pero resta y sigue: descuente el IVA de luz, gas, agua y móvil de esos 1.200 euros. No son un yate de 15 metros ni un chalé con piscina. Son suministros a los que no puede renunciar. Añádales el IBI si tiene un piso en propiedad con hipoteca o sin ella.

Y si tiene coche… Pues mejor lo dejamos para otro día, porque se quedaría usted en menos de mileurista. Supongamos que sólo usa la bicicleta y entonces…¡Ya es usted mileurista!

¿Y qué obtenemos a cambio de casi la mitad de nuestro sueldo?

Esa es la gran pregunta, porque otros le dirán que tenemos una presión fiscal inferior a la de los países más avanzados. Y es cierto, pero ¿obtenemos las mismas prestaciones en sanidad, escuelas y subsidios? La respuesta ya no está tan clara.

En Alemania hay parlamentos en cada länder pero la cifra de diputados en total es inferior a la nuestra

Y la siguiente pregunta es: si obtenemos servicios y prestaciones inferiores, pero la presión fiscal no lo es tanto, ¿dónde se va la diferencia entre lo que pagamos y lo que no nos dan a cambio?

Esa segunda respuesta conecta directamente con las elecciones autonómicas en la comunidad de Madrid, los cambios en la de Murcia y puede que pronto en Andalucía, o tal vez en cualquier otro rincón del solar hispano donde algún presidente o jefe de la oposición presiente que puede disolver la cámara para ganar algún poder o que lo pierda el enemigo.

¿Necesitamos todos los cargos públicos que dejan los 2.000 euros que usted ha ganado en los mil que recibe?

Tenemos demasiada política de la innecesaria. Mantenerla es cara y es muy difícil que quienes viven de ella hagan campaña para reducirla. No imagino a ningún partido con un programa que diga: «Reduciremos a la mitad el número de cargos, administraciones, campañas electorales y gasto partidista».
En Alemania, por ejemplo, hay parlamentos en cada länder, por supuesto, pero el número de diputados en total es inferior al nuestro y además están tan atrasados los pobres que carecen de diputaciones -juraron que las iban a suprimir en cuanto desplegaran las administraciones autonómicas- o consells comarcals (en otros rincones ibéricos les denominan de formas diversas).
Estoy seguro de que podríamos reducir el gasto administrativo de gestionar nuestros territorios sin renunciar a los innegables beneficios de la federalización de nuestra gobernanza igual que estoy igualmente convencido de que la recentralización al modo franquista empeoraría nuestra administración pública.
Pero ¿necesitamos todos los cargos públicos que dejan los 2.000 euros que usted ha ganado en los mil que recibe?

Son preguntas que cada año cuando llega el día de la declaración de la renta me asaltan en cada cálculo: ¿Cuánto me cuesta el chófer del conseller, consejero, presidente de la comisión de comisiones del gobierno de nuestras Baratarias? ¿Qué interés tendría ningún político en reducir los cargos que algún día podría ocupar?

* Periodista. Lluís Amiguet es autor y cocreador de ‘La Contra’ de ‘La Vanguardia’ desde que se creó en enero de 1998. Comenzó a ejercer como periodista en el Diari y en Ser Tarragona. a. Su último libro es ‘Homo rebellis: Claves de la ciencia para la aventura de la vida’.