Catalunya, en dos mitades

Mientras no pueda celebrarse un referéndum pactado y homologado, el dato cierto sobre la opinión de los catalanes respecto a la independencia deberá medirse a partir de los resultados de los sondeos demoscópicos. Los últimos, hechos públicos ayer por el Baròmetre de Opinió Política del Centre d’Estudis d’Opinió arrojan una victoria por estrecho margen del no en una virtual consulta sobre la separación de Catalunya de España. Más concretamente, a la pregunta «¿Quiere que Catalunya se convierta en un Estado independiente?» un 44,3% apostaría por el sí y un 48,5% por el no, un 5,6% no lo sabe y un 1,2% no contesta. Igualmente muy ajustados se muestran las previsiones ante unas eventuales elecciones autonómicas. El Baròmetre apunta que sería muy ajustada una mayoría parlamentaria independentista. Sólo en la franja alta de la horquilla, Junts pel Sí y la CUP alcanzarían la mayoría absoluta que tienen actualmente. En cualquier caso, los datos hechos públicos ayer ratifican la división del país en dos mitades respecto a una hipotética independencia. Obviando el axioma de que los referéndums los carga el diablo, el Gobierno central podría jugar la baza de que ganaría la consulta si se convocara con efectos vinculantes. Si no acepta tal celebración es porque supondría el reconocimiento de Catalunya como sujeto de soberanía nacional y bendeciría futuras consultas, aquellas sí, de resultado mucho más incierto.