Catalunya no puede seguir sin Govern

Puigdemont dice que no quiere elecciones pero actúa para que no haya más remedio que volver a las urnas.

 

17 abril 2018 18:28 | Actualizado a 17 abril 2018 18:35
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

La parálisis en la gestión pública que padece Catalunya no admite más dilación. La formación de gobierno es urgente si no queremos precipitar al país en la inanición política. Carles Puigdemont, centrado en su estrategia de poner en evidencia al Gobierno central ante los observadores internacionales, no tiene prisa. El dictamen de la justicia alemana le ha dado alas, pero no ha despejado la posibilidad de que pueda ser reelegido por el Parlament. Esta batalla, por ahora, la tiene perdida y lo sabe. Sin embargo, sólo dice con la boca pequeña que hace falta formar gobierno. En el fondo teme que el nombramiento de un president o una presidenta de la Generalitat acabará por eclipsar si figura. La política es muy ingrata con sus protagonistas y devora rápidamente a quien desaparece de la escena de la actualidad. El propio Puigdemont vivió la experiencia con su valedor Artur Mas. El entonces alcalde de Girona estaba llamado a ser telonero de Mas, vetado por la CUP, hasta que escamparan los nubarrones y el que a su vez fuera delfín de Jordi Pujol pudiera volver al sitial principal. Con suma rapidez la figura de Puigdemont eclipsó la de Artur Mas. Y ahora sucederá lo mismo con quien acabe sucediendo a Puigdemont. El último ex prresident lo sabe y por ello sigue en sus trece mediante la técnica de dilatar la elección con maniobras de distracción. ERC urgió ayer a formar Govern. La portavoz de los republicanos, Marta Vilalta, ha querido dejar claro que para formar un gobierno se requiere una investidura «efectiva», lo que implicaría un candidato sin impedimentos para ser el nuevo presidente de la Generalitat. El bloque independentista tiene varias opciones que si no se concretan es porque Puigdemont no ha dado la orden pertinente. Todos dicen que hay que evitar elecciones a toda costa. También lo sostiene Puigdemont, pero con poco convencimiento. El tablero de la política es tan volátil que permite juegos de estrategia al límite del riesgo. Es la táctica que parece usar Puigdemont, aunque suponga un alto coste para el país.

 

Comentarios
Multimedia Diari