Considerando el salchichón

Cualquier día piden a Suiza que quite la cruz de su bandera. El diputado ceutí Rachid Ahmed ha solicitado al ministro del Interior que los policías que así lo quieran puedan lucir un escudo sin símbolos religiosos (hay un crucifijo). Su petición es razonable y razonada, pero cuesta no incluirla en el paquete del excluyente tontolabismo piadoso. El alcalde de Antibes rehusó suprimir la carne de cerdo en los colegios como habían pedido los padres musulmanes. Les contestó que lo hacía para que sus hijos comprendieran que debían adaptarse a las costumbres de Francia, que son ellos los que deben modificar su modo de vida. Pero la editorial Oxford University Press ha recomendado a sus autores que eviten mencionar cerdos y embutidos para no ofender. La vida sería mejor si nos preocupáramos menos por las cruces, los salchichones o la chica en cueros de The Sun. Que la quitamos. Que no, que era broma. Por lo menos en esto hay libertad.