Cuatro días en Colombia

De forma discreta, el Vaticano contribuyó a que el gobierno colombiano y las FARC (la guerrilla más antigua de América) sellaran la paz poniendo fin a 53 años de guerra, con un balance de 260.000 muertos y seis millones de desplazados.

Francisco llega hoy a Colombia para cumplir su promesa de que viajaría para celebrar el acuerdo. No ha sido un pacto fácil, por las heridas abiertas, y aún ahora resulta de difícil aceptación por los familiares de las víctimas. El referéndum rechazó el acuerdo por considerar que las FARC salían demasiado airosas, y esta guerrilla, al dejar las armas para pasar a la política, ha tenido el mal gusto de conservar sus siglas aunque atribuyendo a las letras nuevos significados.

El viaje de cuatro días del Papa es un gesto para afianzar el acuerdo, igual que lo fue la concesión del Premio Nobel de la Paz al presidente Santos. En la geografía del dolor que recorre el Papa, Colombia no podía faltar.