No se sabe si el ajedrez vino de la India, China, Mesopotamia, o cualquier otro lugar lejano. Sí que llegó a España con los árabes y que aquí sufrió modificaciones en el siglo XV, como la introducción de la Dama, en honor de Isabel la Católica.
La leyenda más famosa dice que su inventor, respondiendo a la oferta real de que pidiera lo que quisiera, solicitó que le dieran granos de trigo, siempre duplicando el número de granos en cada casilla. O sea: uno a la primera, dos a la segunda, cuatro a la tercera, ocho a la cuarta, etc. El inesperado resultado es que el conjunto de las 64 casillas reuniría más de 18 trillones de granos, que son 15 billones de toneladas, lo que representa la producción de trigo del mundo en 21.000 años.
Quizá ya conocían ustedes esta leyenda, pero no sé si sabrán que Moisés fue el mejor jugador de la historia. Era tan bueno que Dios le dio Tablas.