De los aplausos al descontento

09 agosto 2020 10:50 | Actualizado a 09 agosto 2020 11:44
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Lo dijeron una y mil veces durante el confinamiento: «agradecemos los aplausos pero no somos héroes, hacemos nuestro trabajo y lo único que exigimos son medios para desempeñarlo correctamente». ¿Y qué ha pasado? Pues que pasado lo más duro de la pandemia, con miles de muertos diarios, muchos de los usuarios de los CAP están pasando de las palmas a nuestros profesionales sanitarios a la queja. Muchos viven fatal no poder acceder a su médico de cabecera como siempre, que tengan que esperar una llamada por teléfono o un correo, que de repente todo sea, no cuando él quiere sino cuando los sanitarios puedan y que, en algunos casos, se les diagnostique y prescriba un tratamiento sin tan siquiera haberles mirado.

En el otro lado, los médicos, que reconocen que no pueden dejar de hacer su actividad habitual para centrarse solo en el coronavirus, como sí hicieron los hospitales con algunos servicios en la ola de la pandemia. Y no llegan. Los datos hablan por sí solos. La última semana de julio la atención primara atendió 12.043 consultas de casos sospechosos de Covid.

Así las cosas, sería un error cargar contra quienes sufren en primera persona la falta de recursos. De poco habrá servido el halago casi terapéutico para todos de los meses pasados si ahora nos olvidamos de que la lucha continúa.

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