De radares y controles

El Servei Català del Trànsit está instalando un nuevo radar por tramos en las Terres de l\'Ebre, en este caso en la autopista AP7, entre Ulldecona y Amposta

19 mayo 2017 23:07 | Actualizado a 22 mayo 2017 21:19
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El Servei Català del Trànsit está instalando un nuevo radar por tramos en las Terres de l’Ebre, en este caso en la autopista AP7, entre Ulldecona y Amposta en sentido norte, que entrará en servicio próximamente. Se ubica en el punto de entrada de esta vía de pago a Catalunya desde la Comunidad Valenciana; un amplio tramo de cerca de 20 kilómetros donde no existe ningún punto de parada o área de descanso (los más cercanos están en Benicarló o L’Aldea) y que acumula en los últimos años diversos accidentes, algunos de ellos por somnolencia o distracción de los conductores. Los que ya están en funcionamiento desde hace cerca de un año son los radares por tramo en la N-340 entre Amposta y Sant Carles de la Ràpita, en los dos sentidos de la marcha. Entiendo que la eficacia de la medida ha tenido que ser estudiada por expertos antes de aplicarla, pero a mi juicio, el problema de este tramo de la N-340 no es precisamente la velocidad que puedan alcanzar los vehículos. En todas las Terres de l’Ebre, la N-340 soporta un intenso tráfico de camiones que impide circular a gran velocidad al resto de vehículos. El gran problema se da cuando los que son impacientes al volante tratan de adelantar.

Mientras no haya vías alternativas o se apliquen medidas correctoras, como el desvío de los vehículos de gran tonelaje por la autopista, los usuarios de la N-340 tienen que entender que lo máximo a los que podrán circular son unos 80 kilómetros por hora. Ysi uno se topa con un, dos o tres camiones delante, pues a tomar paciencia. Vale más llegar tarde que no llegar al destino.

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